miércoles, 30 de abril de 2014

REGIMIENTO DE GRANADEROS A CABALLO GENERAL SAN MARTIN.

UN CABALLO INOLVIDABLE. "CHUPETE" (1959 – 1992)
Esta historia trata de un caballo que acumuló alrededor de treinta años de servicio dando todo, con la torpeza motriz de intenso y acumulado servicio como integrante de la Fanfarria Militar “Alto Perú”, del Regimiento de Granaderos. De no mediar la intervención de la naturaleza, este noble animal sería víctima del inexorable descarte. Pero el caballo de nuestra historia tenía algo más. Los hombres de Caballería, acostumbrados al contacto con estos magníficos animales, advirtieron que este compañero protocolario tenía virtudes que lo diferenciaban.
La Jefatura dispuso entonces que el efectivo “Chupete”, tal su nombre, pasare a retiro con el grado de “Suboficial Principal” y que pudiera deambular libremente y a voluntad por el cuartel, haciéndose responsables todos los integrantes de la Unidad de su bienestar, y si el animal en su licencia, elegía otro box para descansar que no le perteneciera, no debía ser molestado.
Cuando mansamente se distendía en los márgenes de la caballeriza y oía a lo lejos, acordes de la Fanfarria que se aprestaba a partir hacia un acto, ladeaba las orejas y en forma rauda e intempestiva se dirigía a reunirse con la comitiva, tomando su lugar de timbalero (sin jinete), en la formación, en donde nadie se lo impedía, excepto cuando se lo apartaba y amarraba con un cinto al cuello, antes de traspasar los umbrales de salida del Regimiento, quedándose con las ganas.
¡Cuántas historias de amistad y respeto fluyeron en torno a este caballo! En la última etapa de su vida del año 1992, se desplomaba de cinco a seis veces al día, y los soldados solidarios con el camarada, lo ayudaban con arneses a incorporarse. En Abril de ese año cayó circunstancialmente en el jardín histórico, y sus lánguidos ojos y rodillas vencidas indicaban que ya no iba a levantarse.
La Jefatura con dolor, a poco de conmemorarse el “Día de la Caballería”, ordenó sacrificarlo en ese mismo lugar y allí darle sepultura. El Suboficial Mayor Oropesa que lo montó todos esos años, fue mudo testigo de esta despedida. Nadie pronunció palabra alguna, sólo había nudos en las gargantas. Pero cuando todo parece perdido y nos circunda la tristeza, aparece nuevamente como auxilio, la imagen amiga de “Chupete” en el recuerdo, empujando con su hocico la puerta trasera del Escuadrón Chacabuco, en espera mañanera, que soldados le sirvan su ración diaria de mate cocido y pan en su balde, que comparte como de costumbre, junto a ellos.
La placa de homenaje en el Jardín Histórico dice: “Aquí descansan los restos del caballo “Chupete”, último exponente de la raza Orloff que prestara servicios en esta Unidad durante 30 años ininterrumpidos como timbalero”.
En el día de "Nuestros Leales Amigos" compartimos este artículo del Diario Soldados junto a la foto que nos queda de tan querido compañero apostado en el lugar exacto donde descansan actualmente sus restos.

El árbol de las manzanas

Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo apreciaba mucho y todos los días jugaba a su alrededor. Trepaba por el árbol, y le daba sombra. El niño amaba al árbol y el árbol amaba al niño. Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.

Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: "¿Vienes a jugar conmigo?". Pero el muchacho contestó: "Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos". "Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... pero puedes tomar todas mis manzanas y venderlas. Así obtendrás el dinero para tus juguetes". El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz.

Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste. Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: "¿Vienes a jugar conmigo?". "No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?". "Lo siento, no tengo una casa, pero... puedes cortar mis ramas y construir tu casa". El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. "Vienes a jugar conmigo?", le preguntó el árbol. El hombre contestó: "Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: "Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte, ni siquiera manzanas". El hombre replicó: "No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar... ahora ya estoy viejo. Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años...". Entonces el árbol, con lágrimas en sus ojos, le dijo: "Realmente no puedo darte nada... lo único que me queda son mis raíces muertas, pero las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven, siéntate conmigo y descansa". El hombre se sentó junto al árbol y éste, feliz y contento, sonrió con lágrimas.

Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá... Cuando crecemos los dejamos... Sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas... No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Parece que el muchacho es cruel contra el árbol... pero es así como nosotros tratamos a veces a nuestros padres.

Valoremos a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado.

Una historia inspiradora!

Un hombre encontró un huevo muy grande. Nunca había visto nada igual y decidió llevarlo a su casa. 
-¿Será de un avestruz? -preguntó a su mujer. 
-No. Es demasiado abultado -dijo el abuelo. 
-¿Y si lo rompemos? -propuso el hijo.
-Es una lástima. Perderíamos una hermosa curiosidad -respondió cuidadosa la abuela.
-Ante la duda, lo voy a colocar debajo de la pava que está empollando huevos. Tal vez con el tiempo nazca
algo- afirmó el hombre. Y así lo hizo.
Cuenta la historia que a los quince días nació un pavito oscuro, grande, nervioso, que con mucha avidez
comió todo el alimento que encontró a su alrededor. Luego miró a la madre con vivacidad y le dijo:
-Bueno, ahora vamos a volar.
La pava se sorprendió muchísimo de la proposición de su flamante cría y le explicó:
-Mira, los pavos no vuelan. Te sienta mal comer deprisa. Entonces trataron de que el pequeño comiera
más despacio, el mejor alimento y en la medida justa.
El pavito terminaba su almuerzo o cena, su desayuno o merienda y les decía a sus hermanos:
-Vamos, muchachos ¡a volar!
Todos los pavos le explicaban entonces otra vez:
-Los pavos no vuelan. A ti te sienta mal tanta comida.
El pavito empezó a hablar más de comer y menos de volar.
Así que creció y con el tiempo murió en el corral. Murió sin haber logrado volar jamás, ¡Él era un cóndor! Había nacido para volar hasta los 7,000 metros.
¡Pero nadie volaba...! 

lunes, 28 de abril de 2014

HOMENAJE AL MENCHO ARGENTINO!!!! LOS MATUA MERCEDEÑOS

No trates de atraer el mundo a tu zona de confort. Sal de ella... y comprueba qué pasa.


Homilía completa de Francisco en la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII 2014-04-27

Texto completo de la homilía (traducción al español):

En el centro de este domingo, con el que se termina la octava de pascua, y que Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.

Él ya las enseñó la primera vez que se apareció a los apóstoles la misma tarde del primer día de la semana, el día de la resurrección. Pero Tomás aquella tarde no estaba; y, cuando los demás le dijeron que habían visto al Señor, respondió que, mientras no viera y tocara aquellas llagas, no lo creería. Ocho días después, Jesús se apareció de nuevo en el cenáculo, en medio de los discípulos, y Tomás también estaba; se dirigió a él y lo invitó a tocar sus llagas. Y entonces, aquel hombre sincero, aquel hombre acostumbrado a comprobar personalmente las cosas, se arrodilló delante de Jesús y dijo: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28). 

Las llagas de Jesús son un escándalo para la fe, pero son también la comprobación de la fe. Por eso, en el cuerpo de Cristo resucitado las llagas no desaparecen, permanecen, porque aquellas llagas son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer en Dios. No para creer que Dios existe, sino para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. San Pedro, citando a Isaías, escribe a los cristianos: «Sus heridas nos han
curado» (1 P 2,24; cf. Is 53,5).

Juan XXIII y Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano (cf. Is 58,7), porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su
misericordia.

Fueron sacerdotes, obispos y papas del siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María.

En estos dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo y testigos de su misericordia había «una esperanza viva», junto a un «gozo inefable y radiante» (1 P 1,3.8). La esperanza y el gozo que Cristo resucitado da a sus discípulos, y de los que nada ni nadie les podrá privar. La esperanza y el gozo pascual, purificados en el crisol de la humillación, del vaciamiento, de la cercanía a los pecadores hasta el extremo, hasta la náusea a causa de la amargura de aquel cáliz. Ésta es la esperanza y el gozo que los dos papas santos recibieron como un don del Señor resucitado, y que a su vez dieron abundantemente al Pueblo de Dios, recibiendo de él un reconocimiento eterno.

Esta esperanza y esta alegría se respiraba en la primera comunidad de los creyentes, en Jerusalén, como se nos narra en los Hechos de los Apóstoles (cf. 2,42-47). Es una comunidad en la que se vive la esencia del Evangelio, esto es, el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad.

Y ésta es la imagen de la Iglesia que el Concilio Vaticano II tuvo ante sí. Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos. No olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia. En la convocatoria del Concilio, Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; fue el Papa de la docilidad al Espíritu.

En este servicio al Pueblo de Dios, Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene.

Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para que, durante estos dos años de camino sinodal, sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la familia. Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama.

domingo, 27 de abril de 2014

LA MAS BELLA ORACIÓN

LA MAS BELLA ORACION.
- Dios, dame el día de hoy fe para seguir adelante
- Dame grandeza de espíritu para perdonar
- Dame paciencia para comprender y esperar
- Dame voluntad para no caer
- Dame fuerza para levantarme si caído estoy
- Dame amor para dar
- Dame lo que necesito y no lo que quiero
- Dame elocuencia para decir lo que debo decir
- Haz que yo sea el mejor ejemplo para mis hijos
- Haz que yo sea el mejor amigo de mis amigos
- Haz de mi un instrumento de tu voluntad
- Hazme fuerte para recibir los golpes que me da la vida
- Déjame saber que es lo que tu quieres de mí
- Déjame tu paz para que la comparta con quien no la tenga
- Por último, anda conmigo y déjame saber que así es

¿Qué es el culto de la Divina Misericordia? ¿Es verdad que Jesús mismo lo reveló a sor Faustina Kowalska?

El culto de la Divina Misericordia consiste en dar testimonio en la propia vida del espíritu de confianza en Dios y de misericordia hacia el prójimo. Y este es, de hecho, el punto fundamental del ejemplo que nos dejó sor Faustina Kowalska, la religiosa polaca que dio el empuje decisivo a esta devoción.
 
1. En el origen del culto de la Divina Misericordia está la monja polaca Faustina Kowalska
 
Sor Faustina, tercera de diez hijos, nació el 25 de agosto de 1905 en una religiosísima familia de agricultores de Glogowiec (Polonia). Fue bautizada con el nombre de Elena y desde su infancia aspiró a la vida religiosa. A los 16 años dejó la casa paterna para ir a trabajar como doméstica, pero tras una visión volvió a casa para pedir el permiso de entrar en el convento. Los padres eran muy religiosos, pero no querían perder a su mejor hija, y le negaron permiso por tanto alegando falta de dinero para la dote. Elena volvió al trabajo, pero después en otra visión le preguntó a Jesús qué debía hacer, y él le dijo que fuese a Varsovia, donde entraría en un convento.
 
Antes de entrar en la Congregación de las Hermanas de la Beata Virgen María de la Misericordia trabajó otro año para conseguir una pequeña dote, y el 1 de agosto de 1925 atravesó la puerta de la clausura. A continuación se dirigió a la casa de la Congregación en Cracovia para realizar el noviciado. Durante la ceremonia de la investidura recibió el nombre de sor María Faustina. Hizo la profesión perpetua el 1 de mayo de 1933.
 
Exteriormente nada traicionaba la extraordinaria riqueza de la vida mística de sor Faustina, que resaltaba por la total e ilimitada dedicación a Dios y el amor activo hacia el prójimo, a imitación del modelo supremo, Cristo. Solo el Diario de la religiosa ha revelado la profundidad de su vida espiritual, revelada a los confesores y en parte a sus superioras. En la base de su espiritualidad está el misterio de la Misericordia Divina, que meditaba en la palabra de Dios y contemplaba en la cotidianeidad. Jesús la honró con gracias extraordinarias como visiones, revelaciones, estigmas ocultos, unión mística con Dios, y con el don del discernimiento de los corazones y de la profecía.
 
La austeridad de la vida y los ayunos extenuantes a los que se sometía aún antes de entrar en la Congregación debilitaron su organismo, y en los últimos años de su vida se intensificaron los sufrimientos interiores de la “noche pasiva del espíritu” y los físicos. Murió el 5 de octubre de 1938 a los 33 años, tras 13 de vida religiosa.
 
La devoción a la Misericordia Divina se difundió rápidamente en el mundo durante la II Guerra Mundial. Sor Faustina, por lo demás, había escrito en su Diario: “Advierto bien que mi misión no acabará con mi muerte, sino que comenzará”. Su cuerpo reposa en el Santuario de la Misericordia Divina de Lagiewniki, junto a Cracovia. El Papa Juan Pablo II la beatificó en 1993 y la canonizó en el 2000.
  
2. El modelo del culto de la Divina Misericordia lo explicó el propio Jesús a sor Faustina
 

El modelo del culto de la Divina Misericordia se lo mostró Jesús mismo en la visión que santa Faustina tuvo el 22 de febrero de 1931 en la celda del convento de Płock. “Por la noche, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanda – escribió en su Diario –: una mano alzada para bendecir mientras la otra tocaba sobre el pecho la túnica, que ligeramente abierta dejaba salir dos grandes rayos, uno rojo y uno pálido. (…) Tras un instante Jesús me dijo: 'Pinta una imagen según el modelo que ves, con escrito abajo: ¡Jesús, confío en Ti!'”.
 
El primer cuadro de la Divina Misericordia fue pintado en Vilna en 1934 por el pintor Eugenio Kazimirowski, quien recibió indicaciones proporcionadas personalmente por sor Faustina. Pero el que es famoso en todo el mundo es el cuadro de Lagiewniki, en Cracovia, pintado por Adolf Hyla.
El significado del cuadro está estrechamente ligado a la liturgia del domingo después de Pascua, en que la Iglesia lee el Evangelio de san Juan que describe la aparición de Jesús resucitado en el Cenáculo y la institución del sacramento de la penitencia (Jn 20, 19-29). La imagen representa por tanto al Salvador resucitado que lleva a los hombres la paz con la remisión de sus pecados a precio de su Pasión y muerte en cruz. Los rayos de la sangre y del agua que brotan del corazón de Jesús atravesado por la lanza y las cicatrices de las heridas de la crucifixión recuerdan los acontecimientos del Viernes Santo.
 
Jesús definió con mucha claridad tres promesas ligadas a la veneración de la imagen: la salvación eterna, la victoria sobre los enemigos de la salvación y grandes progresos en el camino de la perfección cristiana, la gracia de una muerte feliz.
 
La imagen de Jesús Misericordioso es llamada a menudo imagen de la Divina Misericordia, porque en el misterio pascual de Cristo se reveló más claramente el amor de Dios por el hombre. La imagen, dijo Jesús, “debe recordar las exigencias de mi Misericordia, pues incluso la fe más fuerte no sirve de nada sin las obras”.
 
3. La fiesta de la Divina Misericordia, la más importante de todas las formas de devoción
 
Jesús habló por primera vez del deseo de instituir esta fiesta a sor Faustina en 1931: “Deseo que haya una fiesta de la Misericordia. Quiero que la imagen, que pintarás con el pincel, sea bendecida en el primero domingo después de Pascua; este domingo debe ser la fiesta de la Misericordia”, “el más grande atributo de Dios”. En base a los estudios de I. Rozycki, en los años siguientes Jesús volvió a hacer esta precisión en 14 apariciones, definiendo con precisión el día de la fiesta en el calendario litúrgico de la Iglesia, la causa y el fin de su institución, el modo de prepararla y celebrarla y las gracias vinculadas a ella.
 
La elección del primer domingo después de Pascua tiene un profundo sentido teológico, indicando el estrecho vínculo entre el misterio pascual de la Redención y la fiesta de la Misericordia. La propia sor Faustina, por lo demás, escribió: “Ahora veo que la obra de la Redención está unida a la obra de la Misericordia pedida por el Señor”.
 
Jesús explicó la razón por la que pidió la institución de la fiesta, diciendo: “Las almas perecen, a pesar de Mi dolorosa Pasión (...). Si no adoran Mi misericordia, perecerán para siempre”. Para preparar la fiesta debe haber una novena, es decir, la recitación, comenzando desde el Viernes Santo, de la coronilla a la Divina Misericordia. En el día de la fiesta, dijo Jesús, “quien se acerque a la fuente de la vida conseguirá la remisión total de las culpas y de las penas”. Como subrayó Rozycki, se trata de “algo decididamente más grande que la indulgencia plenaria”, que consiste solo en el perdón de las penas temporales merecidas por los pecados cometidos.
 
Por las páginas de su Diario, sabemos que sor Faustina fue la primera en celebrar individualmente esta fiesta, con el permiso de su confesor. El cardenal Franciszek Macharski introdujo la fiesta en Cracovia con la Carta Pastoral para la Cuaresma de 1985, y el ejemplo fue seguido en los años sucesivos por los obispos de otras diócesis polacas. El culto de la Divina Misericordia en el primer domingo después de Pascua en el santuario de Cracovia - Lagiewniki estaba ya presente en 1944.
 
4. Juan Pablo II, el gran promotor del culto a la Divina Misericordia
 
En la homilía de canonización de sor Faustina, el 30 de abril de 2000, Juan Pablo II declaró que desde ese momento el segundo Domingo de Pascua sería llamado en toda la Iglesia “Domingo de la Divina Misericordia”.
 
El papa polaco fue el gran apoyo de este culto, que entre 1938 y 1959 conoció un gran desarrollo, pero a pesar del favor de los pontífices, e interés de muchos pastores de la Iglesia y las peticiones por parte de los obispos y las curias encontró también resistencias, sobre todo por parte del Santo Oficio, que en 1959 emanó incluso una notificación negativa.
 
El culto a la Misericordia de Dios se afirmó plenamente con el papa Wojtyła, quien en la encíclica “Dives in Misericordia” de 1980 exaltó la Misericordia de Dios y el 7 de junio de 1997 afirmó: “Doy gracias a la Divina Providencia porque me ha permitido contribuir personalmente al cumplimiento de la voluntad de Cristo mediante la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia”. El 1 de septiembre de 1994, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos aprobó el texto de la Misa votiva “De Dei Misericordia”, que por voluntad de Juan Pablo II concedía el uso a la Iglesia universal y hoy entra obligatoriamente en todos los misales

ULTIMA FOTO DEL TITANIC

La última foto q se conoce del Titanic aún a flote. Dejaba el puerto de Queenstown, Irlanda. 12 de abril de 1912

''Te estuve esperando....''de NG.

"Te estuve esperando hasta ahora y no comprendiste el sentido de mi mirada, tampoco el de mi palabra... No sabes lo importante que es para mi haberlo intentado todo sin haber claudicado mi naturaleza... Estuve sólo para ti y en reposo para los demás. Una vez más te confundiste y ahora sí, vuelo libre explorando mi destino..., lo que fue ya no existe".

sábado, 26 de abril de 2014

De Los Indignados de Argentina

El abuelo un día....




El abuelo un día
cuando era muy joven
allá en su Europa
miró el horizonte
y pensó que otra senda
tal vez existía.
Y al viento del norte
que era un viejo amigo,
le habló de su prisa,
le mostró sus manos
que mansas y fuertes,
estaban vacías,
y el viento le dijo:
"Construye tu vida
detrás de los mares,
allende tu España, allende tu Italia".


Y el abuelo un día
en un viejo barco
se marchó de España.
El abuelo un día,
como tantos otros,
con tanta esperanza partió de su Italia.
La imagen querida
de su vieja aldea
y de sus montañas
se llevó grabada
muy dentro del alma,
cuando el viejo barco
lo alejó de España, lo sacó de Italia. 
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Cristina Fernández ha dicho que los que bajaron de los barcos hace poco más de 100 años, lo hicieron muertos de hambre. Como si haber venido con las ilusiones de quien quiere salir de una situación de angustia, de países arrasados por guerras y calamidades, los convirtiera en seres despreciables o inferiores a los que hay que reprocharles la apertura que tuvieron para ellos otros gobernantes argentinos que hacían honor a la denominación argentino.


Esos que ella llama muertos de hambre fueronnuestros abuelos, que no sólo vinieron para saciar su hambre, sino que lo hicieron sin buscar que los alimentaran gratuitamente con las limosnas dadas a los pobres, hoy llamadas por ella planes, que no son trabajar, sino planes haraganear, para mantener a sus beneficiarios en la dependencia de la pobreza y así canjearlos por votos que le aseguran mantenerse en el poder y en su enriquecimiento vergonzoso.


Casa Patagónica Hostería Los Sauces está ubicada en El Calafate, Santa Cruz y su fama viene por sus propietarios.
Todos saben que este es un emprendimiento de la familia Kirchner.

 
Esos muertos de hambreseñora Presidente, fueron quienes hicieron rica nuestra patria hasta alcanzar el 6º lugar en el mundo.

Esos muertos de hambreseñora, clavaron el arado por primera vez en la mayor parte de la tierra argentina para hacerla el granero del mundo.

Esos muertos de hambreseñora, iban a trabajar llevando un pan, dos cebollas y medio litro de vino, para poder ahorrar lo suficiente y así poder traer a su mujer y sus hijos a compartir esta bendita tierra.

Esos muertos de hambreseñora, amaron esta tierra como usted ni siquiera puede imaginar, sembraron en ella no sólo el trigo, sino que le dieron muchos hijos y nietos, que hoy somos esa clase media que usted desprecia, y esos hijos y nietos aprendimos que la dignidad del hombre comienza con el trabajo, porque significa cumplir el mandato bíblico "ganarás el pan con el sudor de tu frente".


Claro, que algunos de esos hijos se dedicaron, como usted y su marido, a trabajar prestando plata con usura y apoderándose de los bienes de quienes no podían pagar sus deudas, lo que sí los convirtió en muertos de hambre.

Por todo esto, señora presidente, su desprecio anuestros abuelos, los que hicieron la Argentinapróspera, la Argentina del trabajo en paz. En la que la gente se quería y se sentaba por las tardes en la puerta de su casa, con la seguridad de que nada alteraría su descanso luego del trabajo honesto, y mandaban a sus hijos a la escuela y la universidad gratuita, para que ellos pudieran llegar a estar en esa clase media despreciada por usted, ese desprecio digo, señora, es el desprecio a lo más rico y generoso que puede ostentar nuestra patria: ese hombre simple, que no es revolucionario con las armas que matan, sino con las herramientas que producen vida.


Ustedseñora, es rica, multimillonaria con infinidad de propiedades, entre otras, esos costosísimos departamentos de Puerto Madero, o el lujosísimo que su niña Florencia utiliza en Estados Unidos, y ricos son también sus amigos-súbditos del gobierno, que nos tildan a los “acaudalados laburantes de la clase media" que pagamos sus lujos y caprichos, como los bien vestidos. Como si no tuviésemos al menos la pobre libertad de vestirnos decentemente.
 

Estamos indignadosSeñora presidente, ya no porque nos ofenda como lo hace habitualmente, sino porque ha ofendido a nuestros padres y anuestros abuelos, esos hombres honestos a los que usted debería rendir homenaje renunciando a su soberbia y a su pretendida ilusión de perpetuarse en el poder, y ofreciendo su fortuna a la proclamada y no cumplida distribución de la riqueza.

Un consejo señora: desde hoy guarde luto por las ofensas que ha inferido al pueblo argentino, en especial a nuestros ancestros y a sus descendientes, la clase media. Y llore, sí llore de tristeza verdadera por el daño que le está haciendo a la sociedad argentina, a la que ha dividido como nunca lo estuvo en su historia.

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Llore señora presidente, llore mucho hasta que termine su mandato y váyase al exilio lejano, que será el lugar donde quizá encuentre el olvido de todos los argentinos de bien aunque allí gaste la fortuna, que comenzaron sus ancestros FERNANDEZ.
                                                    
Fdo.: YO EL CIUDADANO DE CLASE MEDIA, que dejó un momento su trabajo, para defender el honor de mis abuelos, esos muertos de hambre que bajaron de los barcos, para hacer la patria grande que hoy usted está destruyendo.
YO CIUDADANO JUBILADO ...ESPERO .

San Juan Pablo II, oración oficial


San José 408K Marathon Runners Detener para Honrar la Segunda Guerra Mundial los veteranos (WWII Tribute) - Los corredores en 408K carrera del domingo se desvió espontánea para agradecer a un veterano de la Segunda Guerra Mundial viendo el evento en uniforme. Joe Bell, 95, había salido en la mañana lluviosa para animar a los corredores en la carrera de 8 km del centro de San José a Santana Row. Asociación benéfica del evento es la Fundación Pat Tillman, que financia becas para veteranos de guerra y sus cónyuges. Los corredores, por su parte, mostró su agradecimiento por el servicio de larga hace de Bell, desviándose del curso para estrecharle la mano. La Fundación Tillman se nombra para el jugador de la NFL desde el sur de la bahía que fue asesinado mientras servía en el Ejército de EE.UU. en Afganistán en 2002

viernes, 25 de abril de 2014

Soy Alain y llegué a España a nado---BLOG PLANETA FUTURO(El Pais)

Campaña de CEAR 'Esto hay que cortarlo'

Autor invitado: Alain Diabanza
Soy Alain Diabanza  y nací en la República Democrática del Congo. Mi país es conocido por el coltán, una riqueza natural que se utiliza en la fabricación de los aparatos electrónicos como los móviles, los portátiles, las tabletas, etc. Este mineral en vez de traernos la democracia, la paz, la riqueza o el trabajo nos ha traído una dictadura cruel y una guerra civil que ha matado desde 1998 a más de 6 millones de congoleños.
Aquí sólo hablo de la guerra del coltán, pero mi país también sufre la guerra del petróleo, del oro, del diamante... Esta situación obliga a los jóvenes como yo, un día sí y otro también, a salir para buscar un futuro mejor, una vida digna. A mi me tocó hacer mi maleta, una bolsa con cuatro telas, y decir adiós a mi país, mi familia y mis amigos en octubre de 2002.

Con los bolsillos vacíos me vi obligado a cruzar media África a pasos de tortuga. Primero fui a Angola donde aprovechando mi título universitario en Francés y Lingüística  impartí clases de idioma y trabajé en el mercado. Tras dos años ahorrando, mi objetivo de llegar hasta Marruecos estaba más cerca por lo que en junio de 2004 dejé Angola, pasé a Senegal y de ahí a Marruecos. Pisé suelo marroquí el 4 de julio de 2004.
¡Por fin en Marruecos! Hasta el momento había pensado que Marruecos ya era Europa. Una creencia errónea y muy costosa ya que debía de buscar la manera de llegar a España en busca de un futuro mejor. Para mi, las únicas opciones que tenía para llegar a España era la patera o la valla y opté por la valla ya que no disponía de dinero para pagar un pasaje en patera y pensé que era menos mortal que el mar.
Desde Rabat, donde viví unos días, me traslade a la montaña de Finideq. Desde allí observé por primera vez la valla y las concertinas. Aquello fue un duro golpe porque además pude ver cómo las concertinas causaban graves heridas y el trato que la guardia marroquí daba a las personas que la guardia civil devolvía a Marruecos. Sentía un terror atroz que me inmovilizaba. No podía creer que tuviera que pasar por aquella situación para llegar a España. Sabía todo lo que me había costado llegar hasta allí y que ya no había vuelta atrás pero eso no impedía que sintiese miedo. Miedo a perder la vida y mis sueños.
Estuve cinco meses en Finideq, la antigüedad necesaria para acceder a saltar la valla según la organización de la comunidad congoleña en la montaña. Tras este tiempo intenté hasta en tres ocasiones saltar la valla sin éxito. La guardia civil nos descubrió en las tres ocasiones y al enfocarnos con la luz del mirador nos obligaba a dar marcha atrás.
Con un grupo de otros siete congoleños decidimos que acceder por la valla era muy complicado y decidimos intentarlo a nado por la playa de Ceuta. Sin dinero para comprar los monos para bucear, compramos unas aletas y unas cámaras de ruedas que nos permitían nadar más rápido y en caso de cansancio poder flotar y recuperar fuerzas.
La noche del 10 de marzo de 2005 nos escondimos en un "tranquilo" a más de un kilómetro de la valla porque cuanto más lejos estuviésemos de la valla menos vigilancia de guardia civil y policía marroquí había. Sobre las dos de la madrugada nos metimos al agua aprovechando la oración de la guardia marroquí. Al acercarnos a España, la Guardia Civil nos localizó, primero nos señaló con un foco de luz y a pocos metros de pasar los límites de la frontera llegó un barco con varios agentes. Al principio nos obligaron a volver pero al ver que no lo hacíamos, nos recogieron uno por uno del agua y nos llevaron al hospital de Ceuta.
Unnamed

A la mañana siguiente nos llevaron a la comisaría de la Policía y estuve durante dos meses internado en un Ceti tras haber solicitado la petición de asilo. Desde el Ceti me mandaron al centro que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) tiene en Málaga donde me ayudaron a tramitar los papeles y me facilitaron talleres de idioma, así como asesoría laboral para poderme incorporar al mercado laboral y a la sociedad española.
Hoy, doce años después de aquella salida del Congo me siento con la seguridad de tener una vida digna. Actualmente doy clases particulares de francés en Málaga y soy voluntario de CEAR donde ayudo en los talleres de idioma y en la conserjería del centro. Doce años despuésme emociona ver que he conseguido hacer realidad mi sueño y aunque ha costado mucho y he dejado atrás a mi familia, mis amigos y a mi país, miro hacia delante y veo un futuro, veo oportunidades y sobre todo veo vida.
No puedo evitar sentir el mismo miedo y el mismo terror que sentí cuando intenté saltar la valla o llegar a España a nado cuando veo en los medios de comunicación la muerte de otras personas que intentan lograr su sueño y obtener una vida digna. Cuando veo las imágenes de los 15 chicos que murieron ahogados el pasado 6 de febrero en la playa de El Tarajal, revivo el miedo y el terror. Entre ellos y yo solo hay una diferencia, el tiempo. Yo busqué la oportunidad en 2005 y ellos lo han hecho en 2014. Eso me podía haber pasado a mi. Yo podía hacer muerto en El Tarajal. Soy subsahariano como ellos, nadé allí como ellos y todos teníamos el mismo objetivo.
No es justo que la gente muera en las fronteras por buscar un futuro mejor. No es justo que lleguemos a una frontera llena de cuchillas que puede matarnos porque no somos animales, somos personas y por eso a través de la campaña de CEAR estohayquecortarlo.orgpido el respeto a la vida, el respeto a las personas y el respeto a los derechos humanos en el control de las fronteras porque nadie más debería perder la vida en el mar o en la frontera.

Alain Diabanza es profesor de francés y voluntario en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
El silencio nos convierte en cómplices
Ninguna frontera vale más que una vida humana. Ninguna frontera debe ser el ataúd de aquellas personas que, huyendo de la guerra, la miseria o la muerte llegan a nuestras fronteras y se encuentran con la violación de los derechos humanos.
No podemos ni queremos mirar hacia otro lado y debemos saber y responsabilizarnos de que en nuestras fronteras se ejerce la violencia física contra quienes intentan cruzarlas utilizando material antidisturbios y métodos "disuasorios" como las concertinas. En nuestras fronteras se niega el auxilio a personas cuya vida peligra en el mar, se mueve la línea fronteriza de manera arbitraria y se producen devoluciones "en caliente" de los migrantes que consiguen llegar a nuestro territorio. No podemos mirar hacia otro lado.
Estas prácticas violan la legislación nacional e internacional y son un duro golpe para todas aquellas personas que entendemos que el control de las fronteras no puede anteponerse al respeto de los derechos humanos y al más básico sentido humanitario. Nuestro papel estatuario nos lleva a defender a nuestro colectivo de atención y ante la gravedad de los hechos, ser la voz de los que no tienen voz. Por eso, CEAR ha lanzado la campaña estohayquecortarlo.org donde hacemos un llamamiento a la ciudadanía para que firme la petición dirigida al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, solicitando poner fin a las prácticas inhumanas llevadas a cabo en las fronteras de Ceuta y Melilla, la retirada de las concertinas y el respeto y cumplimiento de la legislación nacional e internacional. Las concertinas son el elemento más visible de la violencia en las fronteras y el símbolo del racismo institucional. Cada firma es una cuchilla menos. Entre todos podemos lograr que se respeten los derechos humanos en las fronteras de nuestro país. El silencio nos convierte en cómplices. 
Estrella Galán, secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)

CEAR lanza estohayquecortarlo.org de CEAR

La canonización más esperada de la historia


Las calles de Roma ya han quedado inundadas por un río de peregrinos

Este 27 de abril, fiesta de la Divina Misericordia, el Papa Francisco proclamará la santidad de dos grandes Papas que han marcado decisivamente la historia de la humanidad. Tras años de divisiones, esta canonización une, además, a las diferentes sensibilidades de la Iglesia, y muestra que la santidad une a todos los católicos
 
Este domingo tiene lugar la canonización más esperada de la Historia. Dos de los Papas más recordados y queridos por los fieles serán reconocidos por el Papa Francisco como santos, es decir, en presencia del amor de Dios para la eternidad.
 
Las calles de la Ciudad Eterna ya han quedado inundadas por ese río de peregrinos que, según el Ayuntamiento de Roma, será algo inferior al millón de personas. Entre los participantes en la celebración se encontrarán 19 Jefes de Estado (entre ellos, el rey Juan Carlos I), así como 24 Primeros Ministros (incluido el recién nombrado Manuel Valls) y 23 ministros de diferentes naciones.

Como la Plaza de San Pedro del Vaticano no puede acoger a todos estos peregrinos, se colocarán en varios lugares estratégicos de la Ciudad Eterna pantallas gigantes, en concreto, en la Plaza Navona, en el Coliseo y los Foros Imperiales.
 
Para evitar discriminaciones, el Papa no ha querido que en esta ocasión se distribuyan pases de entrada. Los primeros peregrinos que lleguen tendrán prioridad. Miles y miles de personas dormirán en el suelo.
 
La canonización será seguida en televisión, de manera directa e indirecta, por unos dos mil millones de personas, según cálculos del Centro Televisivo Vaticano (CTV), que emitirá el acto, en alta definición, a través de nueve satélites. Unas 500 salas de cine de unos 20 países trasmitirán gratuitamente, en 3D, la ceremonia, gracias a los saltos tecnológicos realizados por el CTV. También Aleteia la ofrecerá en directo, de 9,30 a 12,30h aproximadamente.
 
Ni progresistas, ni conservadores

Es la primera vez que dos Papas son proclamados santos en la misma celebración. De los 265 Papas de la Historia, antes que Angelo Roncalli y Karol Wojtyla, 80 ya han sido proclamados santos. El último Papa proclamado santo fue san Pío X, en 1954. Pero es que, además, estos dos Papas han hecho historia. Y los dos tenían personalidades muy diferentes.
 
Juan XXIII, hijo de una numerosa familia de aparceros, del norte de Italia, estudioso de la historia de la Iglesia, fue diplomático del Papa en Bulgaria y Turquía durante la Segunda Guerra Mundial, y salvó la vida de numerosos perseguidos, en particular judíos.

Con frecuencia, es considerado como una bandera del progresismo. Al convocar el Concilio Vaticano II (1962-1965), imprimió la renovación más grande que ha experimentado la Iglesia católica en los últimos años. Su acción en plena guerra fría, en particular su encíclica Pacem in terris, contribuyó decididamente a evitar la catástrofe nuclear.
 
Juan Pablo II, obrero, actor, poeta, filósofo de formación y por pasión, es a veces presentado como una bandera conservadora, en particular, por su contribución decisiva a la caída del comunismo en el este de Europa, por su incansable empeño a favor de la vida humana antes de su nacimiento, así como por su afirmación de Dios y de la identidad católica en un mundo secularizado.
 
Las dos etiquetas son simplistas e injustas. Juan XXIII era un hombre de esa profunda piedad popular que tanto ridiculizan los sectores progresistas, mientras que Juan Pablo II lideró batallas históricas del progresismo, como fueron la oposición a la pena de muerte, la condonación de la deuda externa de los países pobres, o la oposición a las intervenciones militares en Iraq.
Aquí reside la genialidad del Papa Francisco de elevarlos conjuntamente a la gloria de los altares. En pocas palabras, el Papa está lanzando tres mensajes muy claros a la Iglesia y al mundo.
 
La santidad no tiene prejuicios
 
En primer lugar, que la santidad no tiene color. Es posible seguir a Cristo y llegar a la comunión total con Él tras la muerte, independientemente de los orígenes, la historia, las sensibilidades. Los caminos de la santidad son potencialmente tan numerosos como las personas sobre la faz de la tierra.
 
En segundo lugar, con esta canonización el Papa está mostrando cómo la santidad une a toda la Iglesia, por encima de las legítimas sensibilidades.La Iglesia católica ha atravesado décadas de profundas polémicas y desuniones; ahora el Papa, al presentar el modelo de vida de estos dos Papas, está reuniendo a toda la Iglesia en torno a lo esencial: el seguimiento de Jesús.
 
En tercer lugar, el Papa muestra lo que significa la santidad. Un santo no es aquel que ha hecho todo bien. Está claro que, como hombres de gobierno, tanto Roncalli como Wojtyla pudieron cometer errores, así como tuvieron enormes aciertos. Pero el santo no es el que hace todo bien, pues no sería un hombre, sino más bien un ángel. El santo es el que busca, más allá de sus propios límites, lo esencial: seguir a Cristo. Se trata de una concepción de la santidad que no tiene nada que ver con el puritanismo que, en ocasiones, se ha pegado como el polvo del siglo XIX en ambientes católicos.
 
Procesos de canonización normales en su anormalidad

Es significativo, en este sentido, el hecho de que los procesos de canonización de ambos Papas han sido rigurosos, pero se han saltado algunos de los pasos ordinarios, por voluntad tanto de Benedicto XVI como del Papa actual.

En el caso de Karol Wojtyla, su sucesor decidió no esperar los cinco años canónicos sucesivos a su muerte para abrir el proceso de canonización. Aquella decisión ha permitido celebrar con un quinquenio de anticipación la santidad del Papa y permitir que su testimonio cobre aún más actualidad.

En el caso de Juan XXIII, el Papa Francisco ha considerado que, para proclamar su santidad, no es necesario comprobar un nuevo milagro atribuido a su intercesión (ya se había reconocido uno que permitió su beatificación).

En ambos casos, las decisiones están avaladas por el primer elemento necesario a todo proceso de canonización: el reconocimiento de su santidad por parte del pueblo de Dios. Y en el caso de Juan XXIII y de Juan Pablo II, nos encontramos ante un auténtico plebiscito.
 
En el caso de Juan XXIII, basta subirse a un taxi, visitar una casa, o incluso comer en un restaurante en Italia, para darse cuenta de que, para millones de personas, el reconocimiento de su santidad no es más que una formalidad, pues él ya era santo en su corazón.

A su intercesión se han acogido miles y miles de personas en momentos de dificultad. Tras su muerte, muchos obispos propusieron su canonización por aclamación; sin embargo, Pablo VI prefirió prudentemente esperar a realizar un proceso canónico de canonización.
 
Lo mismo sucedió con Juan Pablo II. A su muerte, desde la Plaza de San Pedro se elevó un clamor popular con una petición: Santo subito (Santo ya). También su sucesor, Benedicto XVI, prefirió abrir un proceso canónico, que ha sido uno de los más complicados de la Historia, pues la figura de un Papa tan polifacético, en la era de la explosión de la comunicación, ha generado la mayor mole de testimonios y documentación.
la decisión más importante del pontificado del Papa Francisco, pues la canonización implica, según la teología católica, la infalibilidad del Papa. La unión entre canonización y pronunciamiento definitivo del Papa no se remonta al Concilio Vaticano I (1869), sino que le precede varios siglos antes. De hecho, los teólogos introdujeron la diferencia entre santos y beatos por este motivo.
 
Desde la mitad del siglo XVII, la Iglesia ha optado por realizar dos actos separados de reconocimiento de la vida cristiana de sus bautizados: la beatificación, que permite el culto a nivel local, y la canonización, con la que el culto se extiende a toda la Iglesia universal.

Y como es obvio, el que el Papa reconozca oficial y públicamente el culto a una persona, implica su autoridad misma. Se considera, por tanto, un acto ligado íntimamente a su ministerio petrino, y por tanto infalible. En cierto sentido, es también la consecuencia de la rigurosidad que se impone a estos procesos, que son largos, muy detallados, y garantizados por milagros.
 
Artículo publicado originalmente por Alfa y Omega