sábado, 26 de julio de 2014

LAS ESTATUAS ECUESTRES DE SAN MARTIN

   
Miguel Angel Bolcatto . 

Una investigación partiendo de las estatuas emplazadas en Entre Ríos el 25 de Mayo de 1910. 

Entre Ríos y sus dos leyes
El 25 de mayo, bicentenario de la Patria, en la provincia de Entre Ríos, se recordó, no solamente el "bi", sino también el centenario del emplazamiento de la estatua ecuestre del libertador, en la plaza 1º de mayo de Paraná, y en otras importantes ciudades del interior de la provincia. Por ley nº 2136 de la Legislatura Provincial del 8/8/ 1908, se encargó al Gobierno Nacional cinco reproducciones de la obra escultórica del Gral. San Martin a caballo, para ser colocadas en Paraná, Concepción del Uruguay, Concordia, Gualeguaychú y Victoria, autorizando invertir hasta la suma de 80.000 pesos. Muy poco después, enterados en Gualeguay, reclaman la suya a través de una comisión presidida por el Dr. Leopoldo Monzón, y entonces por ley nº 2152 del 17/9/1908, se agrega una más al pedido, para donarla también a dicha ciudad y se dispone que los gastos que demande sean imputados a la ley anterior. Pero los diarios de la época ya habían dado noticia de inmediato de las cinco primeras, y ese dato, cierto pero incompleto, se incluyó en los libros de historia y se repite en diversas publicaciones. La adquisición de esas seis estatuas, configuró un caso único. 

Las demás provincias lo hicieron en distintas fechas, y en menor cantidad. Solamente la ciudad de Bahía Blanca más la de Buenos Aires con la restauración de la suya, acompañaron a las entrerrianas en ese día patrio. Se consolidaba así, la imagen de San Martin como el Padre de la Patria de un pueblo orgulloso de su prócer.

En las capitales de provincias 
Solamente la provincia de Tierra del Fuego no tiene estatua ecuestre, pero sí un monumento con un San Martin de pie.

Los primeros emplazamientos en las capitales del interior fueron: en Santa Fe en 1902, Mendoza 1904, y Corrientes 1905, luego Paraná 1910, Tucumán sept. 1910, Santiago del Estero 1911, Salta y Formosa 1913, La Plata 1914, Jujuy, Catamarca y La Rioja 1915, Córdoba, San Luis y San Juan 1916, Posadas 1935, Santa Rosa de La Pampa 1942, Resistencia 1945, Neuquén y Rio Gallegos en Santa Cruz, 1954. Viedma en Rio Negro en 1971 y Comodoro Rivadavia en Chubut.                                                                                                             

Entre Ríos privilegiada 

A Entre Ríos llegaron por vapor, desarmadas y en cajones sumamente pesados, al puerto de Concepción del Uruguay y luego distribuidas por ferrocarril u otros medios.

Se fundían en bronce seccionadas y luego soldadas pero de los talleres salían en tres o cuatro partes: El jinete, el cuerpo y la cabeza del caballo y la cola, que era lo último que se enroscaba y que por su tamaño hacía de contrapeso, totalizando unas dos toneladas, a pesar de ser huecas.

Cada municipio debía encargarse por su cuenta de la construcción del pedestal y su ornamentación con artistas locales. En Paraná se ocupó la Asociación Pro-Patria, propulsora de la iniciativa, presidida por la Sra. Aurora Ramírez y damas "patricias" que lograron recaudar parte de los fondos necesarios. Una placa de bronce, que ya no existe, dejaba constancia de su obra realizada. Para ensamblar e izar la estatua se encargó al contratista italiano Agustín Borgobello reconocido por la importancia de obras ya realizadas, como ser la catedral y el palacio municipal, cuyos obreros debieron trabajar día y noche para poder inaugurarla en la fecha prevista.

En Gualeguaychú, para poder ubicarla en el centro de la plaza, decidieron demoler la columna levantada en 1879, cuyo pedestal y escombros sirvieron para construir un nuevo basamento, que representa un conglomerado de rocas artificiales y placas alegóricas, obra del escultor Soatti, pero la inauguración se demoró hasta el 29 de mayo. En Victoria ocurrió algo parecido con su pirámide de la Libertad, donada por los inmigrantes italianos, que es copia de la Pirámide de Mayo de Bs.As. trasladándola a otra plaza, que adoptó el nombre de Libertad desde entonces, pero desmontándola durante la noche para evitar que algunos pobladores en desacuerdo lo impidieran. En Concepción del Uruguay, en cambio, mantuvieron la similar e histórica pirámide, donde Urquiza se pronunció contra Rosas, en la plaza principal y ubicaron la ecuestre en otra plaza que tomó el nombre del prócer. En Concordia, luego de distintas opiniones sobre su orientación, optaron por la posición común señalando la cordillera. En Gualeguay también hubo divergencias en cuanto al lugar de ubicación. Cada emplazamiento de la ecuestre, enancó además del jinete, un anecdotario que contribuyó a enriquecer el historial lugareño.

Casi veinte años después, también se instaló una igual en la ciudad de Colón, la séptima, ya que el Dr. Herminio J. Quirós, destacado benefactor de la localidad, que fuera gobernador desde 1930 hasta su fallecimiento en 1931, en la década del veinte había promovido la construcción de importantes edificios, el parque que lleva su nombre y monumentos, entre ellos el de San Martin erigido en 1929, pero sin fecha precisa de su inauguración, ya que las dificultades para engarzar la cabeza del caballo en el cuerpo, hizo postergar varias veces la misma, no quedando registrado ningún acto una vez terminados los trabajos.

Con motivo de exaltar tan magna fecha, en el orden cultural, se previó habilitar simultáneamente en la provincia de Entre Ríos, una serie de establecimientos educacionales. Fueron 26 escuelas urbanas y 85 rurales.

Entre Ríos gozaba de un período de prosperidad. En la capital provincial fue factible comenzar el renombrado y bello parque en las altas barrancas, construir el teatro, monumentos, puentes para las extensiones del ferrocarril, el ferry- boat, los puertos, etc. Era gobernador el Dr. Faustino Parera e intendente de Paraná, Benjamín Baucis. Germinaba lo sembrado por la inmigración, gesta impulsada por Urquiza. En síntesis, esas siete estatuas ecuestres, que existen en Entre Ríos, fueron el fruto del previo florecimiento provincial, en ciudades situadas en las riberas; bañadas por los ríos, principales vías de comunicación que la hacían una provincia privilegiada.

¿Dónde comienza San Martin ecuestre?
La idea de erigirle un monumento nace en Chile, en el año 1859, durante la intendencia de Benjamín Vicuña Mackenna, en Santiago.

Los chilenos deciden encargarla al escultor francés Louis Joseph Daumas, especialista en esculturas con caballos. Este artista respeta sugerencias en cuanto a la pose, que debe ser heroica y se inspira en obras como el cuadro de Napoleón en la pintura de David, o en la estatuas ecuestres del zar Pedro el Grande o la de Luis XIV con el caballo erguido y en cuanto al semblante, toma una imagen joven, que poseía la hija Mercedes en Francia. El traje y el sombrero charolado y en punta, tipo "falucho", fueron copias fieles de su uso personal.

La Municipalidad de Buenos Aires enterada de esta iniciativa chilena, encarga a su vez una réplica al mismo escultor. Daumas termina su obra en 1860, se inaugura en Buenos Aires en 1862 y se ubica en plaza Retiro, hoy San Martin, donde estaba el cuartel de los granaderos, y en Santiago, al año siguiente, pero la obra para Chile debió hacerse con dos diferencias; el brazo derecho extendido sosteniendo la bandera de los Andes y la cola del caballo cayendo verticalmente y rozando la base, convirtiéndose en un tercer punto de apoyo, para darle mayor solidez, ante posibles movimientos sísmicos, actualmente instalada en el bandejón central de la Alameda, principal avenida de Santiago, frente al Palacio de la Moneda. En cambio la entregada al gobierno argentino presenta la cola en un espectacular despliegue. En ambos casos, la obra impresiona por su porte enérgico y su belleza artística.

En otras partes.
Ésta sirvió a su vez de modelo clásico, para fundir también en bronce, nuevas réplicas, que engalanan hoy las principales plazas de numerosas ciudades argentinas como Junín, Chascomús, Mar del Plata, Villa María, Rafaela, Venado Tuerto, Bolívar, Alta Gracia, Bell Ville, Bragado, Gral. Pico, Roque Sáenz Peña, San Rafael, Tres Arroyos, etc., además de las ya mencionadas en las capitales de provincias, más otras en el extranjero, como las de Madrid, Bruselas, Washington , Asunción del Paraguay, Montevideo, la de Nueva York en el Central Park, en Cádiz de Andalucía frente a la iglesia de San José y en México en el moderno Paseo de la Reforma, donde,  por debajo de la plazoleta donde está el monumento,  pasa el tren  subterraneo a la altura de estación Garibaldi.

Es curioso el caso de Bahía Blanca. Cuando se inauguró en 1910, se enterró al pie del mismo un cofre de plomo con escritos de la época y medallas y objetos personales de ciudadanos de entonces, e información variada. Ese cofre fue desenterrado en abril de 2010, en el aniversario de la ciudad, en un solemne acto y los objetos fueron enviados al museo histórico y para el 25 de mayo de este año se repite el acto con un nuevo cofre para ser abierto en el próximo centenario. No deja de ser ingeniosa la medida porque aparte de las sorpresas que provoca, permite guardar antecedentes, que suelen perderse.

No se ha podido precisar la cantidad de estatuas ecuestres de San Martin existentes por cuanto no se han encontrado registros y los distintos archivos están incompletos; si tenemos en cuenta que las diversas estatuas fueron fundidas no siempre en los mismos talleres, desde hace más de cien años, aunque el rastreo fue intenso, siempre puede faltar alguna. En el presente trabajo se mencionan más de sesenta. Obviamente. la Provincia de Buenos Aires es la que cuenta con mayor cantidad de estatuas ecuestres, debido a las numerosas ciudades importantes que ostenta.

La identidad.
Cada ciudad le da identidad a su monumento con pedestales diferentes. El de Paraná, tiene al frente, desde un principio, un granadero de bronce de grandes dimensiones, que no corresponde a la obra del escultor francés y de origen incierto. 

Es posible deducir que  llegó  como un agregado gracias al importante pedido de seis estatuas, y  de una sola pieza, juntamente con las otras desarmadas de la estatua de San Martin, según tradición oral, en la casa paterna de la familia Borgobello. Su estampa de custodio, haciendo guardia, en posición firme, con el sable desenvainado al hombro, estimuló el "imaginario colectivo" y fue motivo para que muchos paranaenses lo asimilen al "soldado heroico" del combate de San Lorenzo. Hay varios modelos de granadero en el país, pero no se obtuvo noticia de otra réplica exactamente igual a ésta, por lo cual se la podría considerar, sin temor a error, como pieza única. Tres coronas de laureles, en bronce, en cada lado restante del pedestal se suman al conjunto para formar una unidad identificadora.

Otra diferencia que suelen tener las estatuas es la orientación. En casi todas, la clásica, San Martín señala la cordillera de los Andes, o sea hacia el oeste, pero algunas tienen otra disposición.

La de Santa Fe, por ejemplo, señala el este. Y los librepensadores afirman que San Martin, de esa manera, indica el oriente, donde nace el sol, un simbolismo masónico. 

Si fuera así, la decisión habría sido tomada por su mentor, el Dr. Carlos A. Aldao. Este entusiasta sanmartiniano, viajero, escritor y traductor, impulsaría los monumentos erigidos en Rosario en 1913, y en La Plata en 1914, como intermediario y luego en Washington, en 1924, donde fuera diplomático, apoyado por el Club El Progreso cuyo presidente, el Dr. Estanislao Zeballos, catedrático en esas circunstancias del Instituto de Ciencias Políticas de Williamstown se ocupó de gestiones ante el gobierno de los EE.UU., en un intercambio cultural, porque residentes del país del norte ya habían inaugurado la estatua de George Washington en Buenos Aires.

La  de Formosa no señala la cordillera sino que está alineada con la principal avenida 25 de mayo, mirando hacia la ciudad. Cuando se instaló en 1913 a sus espaldas  había solamente campos. Además la plaza era de reducidas dimensiones y posteriormente se amplió a cuatro manzanas, por tal motivo no se encuentra en su centro.

 Otro caso es la de Río Tercero en la provincia de Córdoba, acompañada por una anécdota según la tradición oral desde 1950, la cual menciona que el sacerdote Cáneva se opuso a que la cola del caballo apuntara hacia el templo y logró que se orientara en otro sentido y no a la tradicional.

Buenos Aires 

Como se ha expresado, las estatuas del modelo clásico son iguales, pero los pedestales hacen la diferencia. La de Buenos Aires es una de las más bellas por su composición artística.  En el centenario de 1910 se la modificó agregándole una gran base escalonada revestida con placas pulidas de granito rojizo y en cada uno de los cuatro esquineros, sendas composiciones esculturales modeladas por el escultor alemán Gustav Eberlein, que representan al ejército de los Andes simbolizando " La Partida a la Guerra", "La Batalla", "La Victoria" y "El Regreso". Además contiene un gran cóndor con alas desplegadas, a los pies del dios Marte. En lo alto, el Libertador, que en su origen también señalaba el oriente, pero en la mencionada remodelación se la dio vuelta. 
En esta oportunidad se realizó un destacado festejo organizado por el gobierno con autoridades nacionales y extranjeras, más de cincuenta embajadores y la presencia de la infanta Isabel, formando parte de la fastuosa agenda de celebraciones del primer centenario patrio, que culminó con un gran desfile militar.
En una reciente visita a  Bs.As. en diciembre de 2012  notamos con asombro que faltaba la estatua en la esquina delantera izquierda del monumento sin conocer los motivos.

Otras del Interior

La de Rafaela, por dar un ejemplo, inaugurada en 1950, centenario del fallecimiento, del prócer, tiene un gran bajo relieve rectangular que ocupa casi toda la base y representa el combate de San Lorenzo en bronce, y que la identifica; donado por la colectividad italiana, con motivo del aniversario de dicha batalla, el 3 de febrero de 1952, obra de Finocciarolli Meldi y terminada en la Fundición Radaelli.

Igualmente la de Colón, Entre Ríos, tiene en su frente un importante bajo relieve que simboliza a las Mujeres Argentinas donando sus joyas para el ejército de los Andes, obra detallista muy bien lograda fundida en bronce, en el arsenal "Esteban de Luca", según una inscripción al pie de la misma, donde se fundían la mayoría de las estatuas y obras de arte para el gobierno nacional, en aquella época. Estos talleres se encuentran actualmente en las afueras de la ciudad de Buenos Aires, y se dedican a fabricar armamentos y rodados militares, y su nombre es un homenaje al militar y poeta, que combatió en las invasiones inglesas y nombrado posteriormente director de la fábrica de fusiles en 1814. Los versos de su Canción Patriótica se cantaban como Himno hasta que se aprobó el actual en la Asamblea de 1813.

Entre tantos ejemplos de soportes, unos más artísticos que otros y algunos con una simple base, se puede mencionar el pedestal del monumento de la ciudad de Azul que sale de lo común y fue diseñado por Francisco Salomone en un estilo propio considerado como "art-decó", con una inspiración más arquitectónica que escultórica. 

La marcha San Lorenzo en Santa Fe 
A la inauguración del monumento al Gral. San Martin en Santa Fe, ocurrida el 30 de octubre de 1902, se le dio mucha importancia por ser la primera en el interior, después de la de Bs.As. Habían transcurrido cuatro décadas y tuvo dos connotaciones interesantes. En primer lugar la `presencia en dicho acto del Presidente de la República, Gral. Julio Argentino Roca y sus ministros. Fue un acto que llamó la atención, por lo fastuoso y hasta criticado por algunos. 

El traslado se efectuó en naves de guerra por el río Paraná hasta la ciudad de Rosario donde se inauguró el puerto, un día antes, y desde esa ciudad en tren hasta Santa Fe, previa detención en la localidad rural Estación Matilde, acto festejado por la población con los sones de la banda de música "La Lira"o de la cercana localidad San Carlos Norte. 

Llegó con dos divisiones del ejército y dio la impresión de un homenaje a dicho presidente más que al monumento mismo. Distinguidas familias santafesinas lo agasajaron en un baile de gala en el Club del Orden, y le dieron alojamiento. Los diarios de la época destacan en varias hojas la importancia de la visita, y el gran desfile militar desarrollado desde el Cabildo de los constituyentes, hasta la plaza San Martin portando el sable corvo del Libertador, traído desde el Museo Nacional y la bandera de los Andes, que una comisión de notables, acercó desde Mendoza. 
El segundo motivo fue que en dicho acto se estrenó en forma "oficial" la marcha "San Lorenzo", compuesta poco antes por el director de banda uruguayo, argentino nacionalizado, Cayetano Silva.

El "negro" Silva como le decían, era hijo de una esclava al servicio de una familia del departamento Maldonado del Uruguay, donde naciera; era músico diestro, inspirado compositor y buen violinista; la compuso en la localidad santafesina de Venado Tuerto, donde se lo venera, y se la dedicó al General Pablo Ricchieri, presente en ese acto como Ministro de Guerra, quien solicitó su estreno, como padrino de la misma, al gobernador Rodolfo Freyre. Era costumbre de algunos compositores dedicar cada obra a un padrino que se ocupara de la subsistencia de la misma; algunas buenas marchas de Cayetano Silva se perdieron porque sus destinatarios no se ocuparon. Las bandas de los regimientos 5º y 10º de la Capital Federal, juntas, dirigidas por José Arena, hicieron conocer por primera vez en Santa Fe, la original marcha, que luego se hiciera famosa, aunque no se cantó porque en 1902 era solamente instrumental. Recién cinco años después, su amigo de Venado, el poeta mendocino Carlos Javier Benielli le escribiría el inolvidable comienzo:"Febo asoma"..."ya sus rayos iluminan "...

En Santa Fe, con granito de los Andes.
El monumento de Santa Fe es uno de los más bellos y único, en su faz artística, por su basamento que fuera diseñado y esculpido por el barcelonés Torcuato Tasso Nadal, maestro de escultores, desde su cátedra de modelado de la Universidad de Buenos Aires y que viviera muchos años en Argentina hasta su muerte en 1935. Se hizo extraer cuatro grandes bloques de granito de la cordillera de los Andes, y con ellas esculpió dos grandes efigies, una al frente y otra en el contra frente, que representan la República y a Minerva, diosa de la sabiduría y protectora para llevarla a buen destino. Una placa de bronce que indica el año de inauguración en números romanos: MCMII, en la cara frontal, disimula la unión del bloque superior con el inferior, en cambio en la estatua de Minerva se nota la separación de los otros dos porque falta la placa de bronce; a su lado, una máscara grotesca, que representa la cabeza de la hechicera Medusa, para amedrentar al enemigo. En el lateral izquierdo un cóndor de cabeza sobresaliente y alas desplegadas, sobre una gran placa dedicatoria: "El ejército de la Nación, a su glorioso Capitán" y al pie los nombres de los hacedores: "Torcuato Tasso, escultor" y" Talleres del Arsenal Principal de Guerra, 1902", que intervino en la fundición. Sobre la cara lateral derecha se repite el cóndor entero, como el ave de la libertad, en un impresionante alto relieve. Más arriba del mismo, un gran escudo de mampostería abrazado por una corona de laureles y sobre todo el conjunto en la cúspide el Libertador ecuestre.

En Formosa.

La idea de su erección fue de su gobernador Dr. Juan José Silva, que gobernó desde 1910 a 1916; como  médico y abogado se desempeñó durante 25 años en dicha gobernación y fue designado gobernador por el presidente Roque Saenz Peña.   Los trabajos que demandó el monumento fueron encargados a don Domingo D. Rose que construyó dos bloques rectangulares de material revestidos por placas de granito argentino, el superior de menor tamaño, de acuerdo a un proyecto y presupuesto del ingeniero José Garzia. Pero lo que le da distinción decorativa es una franja de bronce de unos 35 centímetros de alto, alrededor del pedestal que separa los dos bloques. Dicha franja no se ha visto en otros pedestales. Este monumento se complementa con dos columnas cortas al frente, inauguradas con la estatua el mismo día 12 de octubre de 1913,  con sendas placas dedicadas al combate de San Lorenzo. Una al capitán Justo Bermudez y los catorce granaderos que murieron y la otra al granadero correntino Juan Bautista Cabral.

La inauguración en  Formosa conserva una anécdota curiosa: el Gobernador había invitado al embajador argentino en el Paraguay, Mario Ruiz de los Llanos, quien contestó no estar seguro de poder concurrir. Enterados los altos mandos del ejército guaraní no solamente dispusieron un barco de guerra para su traslado sino que,  sin esperar invitación oficial,  lo acompañaron en un gesto de " cordial espontaneidad". Se efectuó un desfile con banda  y la comitiva se detuvo dos veces, ante el busto del Gral.Urquiza y frente a la Pirámide de los Españoles, donde el gobernador descubrió placas alusivas.  El comandante del ejército paraguayo  Adolfo Chariffe,  tres capitanes y una tropa de soldados,  en el acto principal,   presentaron formación de honor sin armas. No obstante el gobernador  debió dar explicaciones al gobierno  nacional, que fueron favorablemente aceptadas, por la presencia de tropas extranjeras en los actos, hecho que al principio se desconocía. Finalmente todo culminó con agasajos y banquetes.

 Con aires serranos
La provincia de Córdoba tiene varias, pero es notoria la de la capital con un destacado trabajo artístico que circunda su pedestal representando escenas de la historia sanmartiniana, en forma de placas fundidas en bronce, en alto relieve. En Alta Gracia forma parte de los monumentos tradicionales de la ciudad y en Río Cuarto está sobre una rotonda acompañada de cuatro estatuas modeladas por el escultor Líbero Pierini, que representan el Renunciamiento, el Juramento, la Acción y la Victoria, cuatro virtudes del Libertador.

 De la misma forma y con notable despliegue de figuras  sobre relieve circunda  la estatua de Corrientes con escenas sanmartinianas que le otorgan una destacada distinción al monumento.

Otra notable distinción le da al monumento en La Rioja la placa de bronce que menciona a "Copiapó" en homenaje al ejército auxiliar que partió desde  la capital riojana  al mando del Teniente Coronel Francisco Zelada con órdenes del Gral. San Martin de cruzar los Andes y liberar a la ciudad de Copiapó en Chile misión que se cumplió satisfactoriamente.

Otros modelos de estatuas ecuestres
Las estatuas ecuestres de Rosario, Pcia., de Sta. Fe, La Plata. Luján y Mercedes en la provincia de Bs.As, tienen otra forma; el caballo no está erguido, porque se trata de copias de la erigida por el gobierno argentino en la ciudad francesa de Boulogne Sur Mer, donde vivió el prócer sus dos últimos años. En este caso el caballo está en pose de trote, y el gran capitán de los Andes no lleva sombrero pero sí una larga capa, obra del escultor francés, Henri Emile Allouard. En la ciudad de La Plata esta obra por ser distinta, provocó algunas discrepancias de opiniones entre la población. 
Cuando no hay una correcta información, la misma se va deformando hasta crear mitos. Como aquel que adjudica a la posición del caballo y sus patas en el piso, como determinante de la forma de morir del jinete. Un mito erróneo desvirtuado por numerosos ejemplos.

En Roma se encuentra otro modelo distinto de San Martin ecuestre, que luce  capa y el clásico sombrero "falucho", sobre un caballo que apoya tres patas y no lleva arneses, ubicado en una plazoleta que lleva su nombre.
Fue inaugurada el 24 de octubre de 1966 y es una donación de los italianos de argentina para Italia,  en un homenaje al Libertador, no teniéndose datos del escultor.

 En Boulogne Sur Mer:
La inauguración en 1909 fue espectacular. Innumerable cantidad de personalidades francesas y argentinas estuvieron presente, pese a la lluvia, según dan cuenta las crónicas, con más de diez discursos y con desfile de la caballería francesa y granaderos a caballo inclusive, que fueron llevados en la fragata Sarmiento y otros dos buques, las cañoneras " Paraná" y " Rosario", de la marina de guerra. Allí fue donde el poeta Belisario Roldán, al terminar los oradores y comenzar sus palabras, le lanzara aquella frase que será eterna: ¡"Padre nuestro que estás en el bronce"!....
Además, el monumento conserva un hecho anecdótico : el puerto de esta ciudad, donde el ejército alemán había instalado una base de submarinos, fue intensamente bombardeado durante la guerra, por la aviación aliada, en 1944 y donde no quedó casi nada sano en los barrios aledaños, salvo la estatua de San Martin. Los viejos pobladores del lugar atribuyen el haber quedado en pie, a un hecho milagroso; aún así, en el centenario de su erección, 2009, debieron restaurarla por los impactos de escorias y balas que presentaba.

Perú fue el primer país que dispuso erigirle un monumento, pero se demoró en concretarlo. Recién lo inauguraron el 28 de Julio de 1921, centenario de su independencia, ubicándose en la plaza principal de Lima, sobre un caballo sereno, que va al paso, en otra escultura distinta hecha por el notable artista español de Valencia, Mariano Benlliure; poco después de haber terminado el monumento al Gral. Urquiza en el parque de la ciudad de Paraná. Mención aparte merece el impresionante monumento en el Cerro de la Gloria en el parque de la ciudad de Mendoza, en homenaje a todo ese ejército que, con incontables sacrificios, cruzó una agreste cordillera, para luchar por la libertad de Chile y Perú. Una hazaña que asombró y fue elogiada por todos los historiadores del mundo.

Este monumento inaugurado en 1914 es obra del escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari. La composición muestra la Libertad en forma de mujer, con alas, y que, con brazos abiertos, rompe las cadenas y a su alrededor un grupo de caballería de granaderos al ataque. San Martin luce al frente, cabalgando con los brazos cruzados por el frío sobre un caballo que va al paso, con sus cuatro patas en el piso. Mendoza tiene dos, porque cuenta, además, con la clásica de San Martin en la plaza homónima.

 Los escultores argentinos 

No quisieron ser menos algunos escultores argentinos. Eduardo Noé, que modeló al prócer ecuestre vestido con poncho, patillas largas y sin sombrero, obra que se encuentra en el parque Belén de su ciudad natal, Escobar, provincia de Buenos Aires.

Otra está erecta en la plaza de las fuentes, en la ciudad de San Martin de los Andes y las ciudades de Pergamino y Necochea también tienen estatuas ecuestres de modelos distintos, sin poder precisar el nombre de los autores; en Caleta Olivia, Santa Cruz, el escultor local Carlos Casas modeló una estatua de cemento y fibras, orientada hacia las islas Malvinas, por haber sido emplazada después de 1982 y el municipio de Gral. San Martin en el gran Buenos Aires fue beneficiado con una obra ecuestre del renombrado escultor y artista plástico , Antonio Berni.




La estatua más joven.
El 17 de agosto del año 2000, al cumplirse el sesquicentenario del fallecimiento del General José de San Martin, se inauguró en París un nuevo monumento con la estatua clásica del caballo erguido en dos patas, réplica de la obra del escultor francés Louis J. Daumas. No podía quedar sin recordarlo la ciudad luz, del país que lo cobijó en sus últimos años. 

Se encuentra en el gran parque Montsouris y desde las ventanillas del moderno tranvía que recorre el boulevard Jourdan, se puede apreciar el monumento entre el follaje de añosos árboles. Este boulevard separa de un lado dicho parque y del otro la ciudad universitaria con los edificios internacionales donde habitan los estudiantes de cada país. Frente a la Casa Argentina, se encuentra la estatua ecuestre. Una placa de bronce en su pedestal recuerda con letras de molde:

"HOMENAJE PERMANENTE AL VIRTUOSO PATRIOTA ARGENTINO Y SUDAMERICANO QUE VIVIÓ LARGOS AÑOS EN FRANCIA Y MURIÓ EN BOULOGNE SUR MER EL 17 DE AGOSTO DE 1850 "

Este texto nos remite a una de las más destacadas virtudes del Libertador: un visionario que vislumbró, hace doscientos años, una unión sudamericana en libertad, emprendiendo una lucha audaz y heroica para lograrlo. Ser un patriota sudamericano implica un principio unificador.  Unitarios y  Federales enfrentaron  siempre sus diferencias pero ambos bandos coincidieron en las virtudes de San Martin.  Fue el prócer que más y mejor sostuvo los principios de de la revolución de Mayo.  Por eso la historia y el arte lo inmortalizaron. No está escrito que la figura  San Martin deba señalar el horizonte, la cordillera o el oriente. Quizás, nos esté señalando el futuro a seguir .







Miguel Ángel Bolcatto
Paraná-E.R.
miguelbolc@yahoo.com.ar

Fuentes de información:
Archivo Histórico de la Provincia de Entre Ríos- .Archivo Histórico Pcial. de Santa Fe. - Museos, Bibliotecas y Secretarías de Turismo de las Provincias de Entre Ríos y Santa Fe. El Diario de Paraná. - Instituto Nacional Sanmartiniano de Buenos Aires- .Museo "Cayetano Silva" de Venado Tuerto-. Diario La Capital de Rosario- . Aníbal S. Vázquez, "Dos siglos de Vida Entrerriana"-.Ma.del C.M. De Badaracco, Historia de Victoria. Archivo de la Legislatura de Paraná. -Museo Martiniano Leguizamón -de Paraná, Consejo de Monumentos Nacionales de Santiago de Chile. "Cuadernos" de Gualeguaychú.- Dpto.de Prensa de la Municipalidad de Paraná- Prof. Ana María Federik Borgobello de Paraná. Fundición Buchhass, Bs.As.- Enciclopedia Digital Internet.- Fundición Ruben Baldoni Bs.As.- Revista Entre Arroyos de Colón - .Diario El Entre Ríos.- Dr. Jorge Taverna Irigoyen, de Santa Fe.- Biblioteca del Museo Etnográfico de Santa Fe. Ofic. del Ceremonial de Jujuy.
Diario digital "La Voz de San Carlos Centro" director Hugo Mermet.  "El día que fue fiesta en Estación Matilde".Museo Histórico de Formosa; libro copiador nº 33 pag. 126 a 132.
Las fotos  correspondientes a los monumentos de Madrid, Roma y Boulong Sur Mer son una colaboración de José Augusto Rigau,  Pte. de la Asociación Cultural Sanmartiniana de San Luis.

Santiago de Chile, obra de Daumas. San Martin
empuña la bandera de los Andes y la cola del
caballo cae verticalmente afirmándose en la base.
Obreros levantan con poleas el jinete para colocarlo sobre el caballo instalado sobre el pedestal. Paraná, mayo de 1910
Monumento en Paraná con granadero
1910
París, 17 de agosto de 2000
Parque Montsouris




                        
Rosario, 1913-
Una réplica de Boulogne Sur Mer

Ciudad de Colón, izamiento en 1920.
del cuerpo del caballo sin la cabeza y sin
el jinete. Foto Museo Liebig.
Revista Entre Arroyos, de Colón.






Marte, dios de la guerra y el cóndor





La Victoria. Estatua del escultor Gustav Eberlein en el monumento de Bs As.

    La Batalla. Estatua del escultor Gustav Eberlein en el monumento de Bs As.








Santa Fe. Efigie de la Patria
Santa Fe. El monumento con granitos de los Andes. Efigie de Minerva































































Monumento al Ejército de los Andes
en el Cerro de la Gloria de Mendoza
El Libertador Gral. San Martin al frente.

Rafaela. Pcia. Santa Fe. Con un gran bajorrelieve en bronce del
Combate de San Lorenzo donado por la colectividad italiana
el 3 de febrero de 1952. Fundición Radaelli.

Estatua de San Martin en la ciudad de Córdoba.
Notables el bajo relieve en bronce que la circunda con escenas Sanmartinianas

 El Libertador por Antonio Berni en Dpto. San Martin Bs.As.


        Monumentos de San Martín en Europa (Madrid, Roma y Boulogne Sur Mer)

                                                             Roma 


                                                              Madrid



Batalla de Bailén

                                                   Boulogne Sur Mer


                                   Placa “San Martín rechaza el poder”

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