Es posible que un sombrero de paja te proteja del sol vehemente del desierto. Es posible que un paraguas evite que te empapes en medio de la tormenta. Es posible que te refugies debajo un árbol y encuentres alivio en su amable sombra por un tiempo. Es posible que en el silencio de la montaña los ruidos del mundo dejen de acosarte con sus ardientes estímulos.
Pero...
No existen refugios para que evites lo incómodo, lo molesto, lo que duele.
No existe modo amable de escapar del miedo, de la impotencia, de la bronca etc.
En cambio cuando dejamos de buscar refugios temporales para evitar sentir, podemos abrirnos de verdad y ver la belleza atrapada justo detrás de lo que intentamos huir.
Los escapes artificiales solo nos aseguran más de lo mismo. Cuando dejas de huir del dolor, el dolor te transforma.
Pero...
No existen refugios para que evites lo incómodo, lo molesto, lo que duele.
No existe modo amable de escapar del miedo, de la impotencia, de la bronca etc.
En cambio cuando dejamos de buscar refugios temporales para evitar sentir, podemos abrirnos de verdad y ver la belleza atrapada justo detrás de lo que intentamos huir.
Los escapes artificiales solo nos aseguran más de lo mismo. Cuando dejas de huir del dolor, el dolor te transforma.
Que todas tus relaciones sanen
Que tus relaciones TE sanen
Que tus relaciones TE sanen
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