martes, 30 de septiembre de 2014

Credo Mariano. Padre Eliécer Sálesman

Creo que la Madre de Dios es también mi Madre.
Creo que soy hijo de la Madre del Redentor.
Creo Oh Virgen Auxiliadora que tu mirada no se aparta jamás de mí.
Creo que los que te honran poseerán la vida eterna.
Creo que gozas cuando te llamo.
Creo que comprendes plenamente mi llamada.
Creo que lo que me niegas, me lo niegas por amor maternal.
Creo que te preocupas cuando me ves sufrir.
Creo que te alegras cuando me arrepiento de mis pecados.
Creo que curas mis heridas cuando te lo permito.
Creo que no dejas de ayudarme aun en momentos de mala voluntad mía.
Creo que me amas con amor de preferencia cuando trato de ser mejor.
Creo que me amas con amor de misericordia cuando me dejo vencer por el mal.
Creo que me quisiste desde el primer momento de mi vida.
Creo que te amaré por toda la eternidad.
Creo que cuando Dios quiere hacer santa a una persona la hace más devota de la Virgen María.
Creo que si como los latidos del corazón son señal segura vida, así, invocar con frecuencia a la Madre de Dios es señal de vida eterna.
Creo que si tengo fe en María Auxiliadora, veré lo que son milagros.
Creo que en asuntos de salud la Santísima Virgen puede hacerlo que no pueden obtener los médicos.
Creo que lo primero que me pide la devoción a María Santísima es luchar contra el pecado.
Creo que una devoción a la Virgen María en la que no se consiga la enmienda de mi vida, no es grata del Señor.
Creo que cuando María ruega, todo se obtiene, nada se niega.
Creo que jamás se ha oído decir que alguno haya invocado con fe a la Madre de Dios y haya sido abandonado.
Creo que tengo una Madre que no se me va a morir: María.
Creo que si digo varias veces cada día: -María Auxiliadora, ruega por nosotros, obtendré maravillosos favores que necesito.
Creo que si rezo con Fe a la Virgen María, llegará pronto el tiempo en que el demonio no logrará que yo cometa ni un solo pecado deliberado.
Creo que María, como en Caná, se da cuenta cada día de lo que necesitamos y ruega a Jesús por nosotros.
Creo que nada es imposible para quien tiene fe;
Creo que todo es posible para quien cree sir dudar.
(Santa Biblia)

domingo, 28 de septiembre de 2014

La importancia de las Amigas

Estaba una mujer sentada en un sofá, tomando té helado con su madre. Y mientras hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la edad adulta, la madre hizo sonar los cubitos de su vaso y luego miró fijamente a su hija:
- Nunca te olvides de tus amigas, le advirtió, haciendo girar las hojas de té del fondo de su vaso.
Serán cada vez más importantes con el paso del tiempo. Aunque ames mucho a tu marido y a los hijos que tengas, las necesitarás.
Acuérdate de salir con ellas, hacer cosas, ir de compras, a tomar algo o simplemente visitarlas en su casa para ver como están.
Cuando hablo de tus amigas me refiero a TODAS las mujeres: tus hermanas, tus amigas, tus hijas y todas las mujeres que estén ligadas a ti. Las necesitarás. Las mujeres siempre nos necesitamos.
Ella escuchó a su madre. Mantuvo contacto con sus amigas y cada vez tuvo más con el paso de los años.
A medida que los años fueron pasando, uno tras otro, fue entendiendo, gradualmente, lo que su madre le había contado.
A pesar de que el tiempo y la naturaleza van cambiando en la vida de una mujer, las verdaderas amigas siempre permanecen.
Después de mis EXPERIENCIAS de vivir en este mundo, eso es lo que he aprendido:
El tiempo pasa.
La vida pasa.
Las distancias separan.
Los hijos crecen.
Los trabajos van y vienen.
La pasión disminuye.
Los hombres a veces fallan.
El corazón se rompe.
Los padres se mueren.
Los colegas olvidan los favores recibidos.
Las carreras o profesiones llegan a su fin.
Pero tus amigas siempre están, independientemente del tiempo y todos los kilómetros que haya entre nosotras. Una amiga nunca está demasiado lejos
para llegar cuando la necesitas.
Cuando tengas que caminar por un valle solitario y tengas que hacerlo por ti misma, las mujeres de tu vida estarán, dándote ánimos, orando por ti, empujándote, interviniendo por ti y esperándote con los brazos abiertos al final del camino.
Algunas veces, incluso romperán las reglas y caminarán a tu lado...
O vendrán y te llevarán en sus hombros.
Amigas, hijas, abuelas, madres, hermanas, suegras, nueras, cuñadas, nietas, tías, primas, sobrinas: generalmente son una bendición en la vida!
Y cada día, nos seguimos necesitando.
Por eso comparto esto con las mujeres importantes de mi vida, para que sientan mi cercanía a ellas y aunque no siempre lo demuestro, quiero decirles que se les quiere mucho y agradezco su amistad.

Cuerpo incorrupto de San Vicente

Cuerpo incorrupto de San Vicente (Joan Carroll Cruz (1977) The Incorruptibles pp. 248–9, Tan Books and Publishers, Inc.)

En el día de su memoria, recemos:

Señor, tú que adornaste a san Vicente de Paúl con las cualidades de un verdadero apóstol, para que se entregara al servicio de los pobres y a la formación de los ministros de tu Iglesia, concédenos a nosotros que, animados por un celo semejante al suyo, amemos lo que él amó y practiquemos lo que él enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
 

sábado, 27 de septiembre de 2014

San Vicente de Paul

San Vicente de Paúl (Pouy, actualmente llamado Saint-Vincent-de-Paul, Landas, 24 de abril de 1581 ó Tamarite de Litera Huesca, 24 de abril de 1576 - París, 27 de septiembre de 1660) fue un sacerdote francés.
Es una de las figuras más representativas del catolicismo en la Francia del siglo XVII. Fue fundador de la Congregación de la Misión, también llamada de Misioneros Paúles, Lazaristas o Vicentinos (1625) y, junto a Luisa de Marillac, de las Hijas de la Caridad (1633). Fue nombrado Limosnero Real por Luis XIII, función en la cual abogó por mejoras en las condiciones de los campesinos y aldeanos.
Realizó una labor caritativa notable, sobre todo durante la guerra de la Fronda, una de cuyas consecuencias fue el incremento de menesterosos en su país.
Los pobres son nuestros señores y maestros. Maestros de vida y pensamiento. Junto a ellos la inteligencia se esclarece, el pensamiento se rectifica, la acción se ajusta, la vida se modela desde el interior.
Vicente de Paúl, en una de sus Conferencias a
los Padres de la Misión y a las Hijas de la Caridad
Su festividad se celebra el 27 de septiembre. Es patrón de todas las asociaciones de Caridad.
San Vicente de Paúl
Ranquines, casa natal de Vicente de Paúl.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Cómo anular a una persona


Rocío Jurado Como yo te amo

El poder de la medalla de San Benito


El poder de la medalla de San Benito



La medalla de San Benito, propagada en todo el mundo es célebre por su eficacia extraordinaria en el combate contra el demonio y sus manifestaciones, en la defensa contra maleficios de todo género, contra enfermedades, especialmente las contagiosas. 


La medalla de San Benito une su fuerza exorcizante a la Cruz Cristo,señal de la salvación y liberación de todo mal.



La difusión de esta medalla comenzó a raíz de un proceso por brujería en Baviera, en 1647. En Natternberg, unas mujeres fueron juzgadas por hechiceras, y en el proceso declararon que no habían podido dañar a la abadía benedictina de Metten, porque estaba protegida por el signo de la Santa Cruz. Se buscó entonces en el monasterio y se encontraron pintadas antiguas representaciones de esta cruz, con la inscripción antes explicada, la que siempre acompaña a la medalla. Pero esas iniciales misteriosas no pudieron ser interpretadas, hasta que, en un manuscrito de la biblioteca, iluminado en el mismo monasterio de Metten en 1414 y conservado hoy en la Biblioteca Estatal de Munich, se vio una imagen de San Benito, con esas mismas palabras. Un manuscrito anterior, del siglo XIV y procedente de Austria, que se encuentra en la biblioteca de Wolfenbüttel, parece haber sido el origen de la imagen y del texto. En el siglo XVII J. B. Thiers, erudito francés, la juzgó supersticiosa, por los enigmáticos caracteres que la acompañan, pero el Papa Benedicto XIV la aprobó en 1742 y la fórmula de su bendición se incorporó al Ritual Romano. 

LA CRUZ - MEDALLA DE SAN BENITO 

La cruz-medalla de San Benito data de una época muy antigua y debe su origen a la gran devoción que el Santo profesaba al signo adorable de nuestra Redención y al uso frecuente que de él hacía y que recomendaba a sus discípulos para vencer las tentaciones, ahuyentar al demonio y obrar maravillas. 


LOS CARACTERES QUE SE LEEN EN LA MEDALLA 

C.S.P.B. = Crux Sancti Patris Benedicti = Cruz del Santo Padre Benito 


C.S.S.M.L. = Crux Sancta Sit Mihi Lux = la Santa Cruz Sea Mi Luz 


N.D.S.M.D. = Non Draco Sit Mihi Dux = No Sea el Demonio Mi Guía 


V.R.S. = Vade Retro Satanas= Retírate, Satanás 
N.S.M.V.= Nunquam Suadeas Mihi Vana= Nunca me aconsejes vanidades 
S.M.Q.L.= Sunt Mala Quae Libas = Son Malas las Cosas que Brindas 
I.V.B.= Ipse Venena Bibas= Bebe tú esos venenos 

LA IMAGEN DE SAN BENITO REPRESENTADA EN LA MEDALLA 


jesus


A San Benito se le representa disipando con la señal de la Cruz sus tentaciones y rompiendo con la misma señal el caliz que contenía una bebida envenenada. Cuando el espíritu maligno, para aterrorizar a los monjes, les hace ver el Monasterio de Montecasino en llamas, San Benito desvanece ese prodigio diabólico haciendo la misma señal sobre las llamas fantásticas. Cuando sus discípulos andan interiormente agitados por las sugestiones del tentador, les indica como remedio trazar sobre el corazón la imagen de la Cruz. 




USO DE LA MEDALLA DE SAN BENITO 

Ahora bien, el poder de la Santa Cruz contra satanás y sus legiones es tal, que la podemos considerar un escudo invencible que nos hace invulnerables a sus flechas. 
Se debe usar con fe la medalla de San Benito en las ocasiones en que más temamos y nos sintamos tentados. 



iglesia


ORACIÓN PARA PEDIR LA PROTECCIÓN DE SAN BENITO 

Oh Dios destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de toda mentira y engaño, de chismeríos y maledicencias, de malas lenguas y hechicerías. 
Remedia nuestras necesidades espirituales, y corporales, por el símbolo de la Cruz de San Benito líbranos delmal.Rezar tres Padrenuestros. 

NOVENA BREVE 

Rezar durante nueve días consecutivos la siguiente oración: 

OH San Benito, mi protector bondadoso y de cuantos van a ti en sus apuros. Intercede por mí a Dios para que alivie mis sufrimientos y dificultades que ahora me agobian, rechaza por la poderosa intercesión de la Cruz todo mal que puedan dirigir contra mi persona o contra las personas de mi familia. 
(pídase aquí la gracia que se desea obtener) 
Te lo pido con toda confianza. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Medalla de San Benito

Significado e historia de la Medalla de San Benito

Explicación del anverso

En las antiguas medallas aparece, rodeando la figura del santo, este texto latino en frase entera: Eius in óbitu nostro preséntia muniámur. "Que a la hora de nuestra muerte, nos proteja tu presencia". En las medallas actuales, frecuentemente desaparece la frase que es sustituida por esta: Crux Sancti Patris Benedicti, o todavía, más simplemente, por la inscripción: Sanctus Benedictus.

Explicación del reverso

  • En cada uno de los cuatro lados de la cruz: C. S. P. B. Crux Sancti Patris Benedicti. Cruz del Santo Padre Benito
  • En el palo vertical de la cruz: C. S. S. M. L. Crux Sácra Sit Mihi Lux. Que la Santa Cruz sea mi luz
  • En el palo horizontal de la cruz: N. D. S. M. D. Non Dráco Sit Mihi Dux. Que el demonio no sea mi jefe
  • Empezando por la parte superior, en el sentido del reloj: V. R. S. Vade Retro Satána. Aléjate Satanás - N. S. M. V. Non Suáde Mihi Vána. No me aconsejes cosas vanas - S. M. Q. L. Sunt Mála Quae Libas. Es malo lo que me ofreces - I. V. B. ípse Venéna Bíbas. Bebe tú mismo tu veneno
En la parte superior, encima de la cruz suele aparecer unas veces la palabra PAX y en las más antiguas IESUS

Historia de la medalla

No cabe duda que la medalla de San Benito es una de las más apreciadas por los fieles. A ella se le atribuyen poder y remedio, ya sea contra ciertas enfermedades de hombre y animales, ya contra los males que pueden afectar al espíritu, como las tentaciones del poder del mal. Es frecuente también colocarla en los cimientos de nuevos edificios como garantía de seguridad y bienestar de sus habitantes.
La medalla de San Benito
El origen de esta medalla se fundamenta en una verdad y experiencia del todo espiritual que aparece en la vida de san Benito tal como nos la describe el papa san Gregorio en el Libro II de los Diálogos. El Padre de los monjes usó con frecuencia del signo de la cruz como signo de salvación, de verdad, y purificación de los sentidos. San Benito quebró el vaso que contenía veneno con la sola señal de la cruz hecha sobre él. Cuando los monjes fueron perturbados por el maligno, el santo mandó que hicieran la señal de la cruz sobre sus corazones. Una cruz era la firma de los monjes en la carta de su profesión cuando no sabían escribir. Todo ello no hace más que invitar a sus discípulos a considerar la santa cruz como señal bienhechora que simboliza la pasión salvadora del Señor, por la que se venció el poder del mal y de la muerte.
La medalla tal como hoy la conocemos, se puede remontar al siglo XII o XIV o quizá a una época anterior y tiene su historia. En el siglo XVII, en Nattenberg -Baviera-, en un proceso contra unas mujeres acusadas de brujería, ellas reconocieron que nunca habían podido influir malignamente contra el monasterio benedictino de Metten porque estaba protegido por una cruz. Hechas, con curiosidad, investigaciones sobre esa cruz, se encontró que en las tapias del monasterio se hallaban pintadas varias cruces con unas siglas misteriosas que no supieron descifrar. Continuando la investigación entre los códices de la antigua biblioteca del monasterio, se encontró la clave de las misteriosas siglas en un libro miniado del siglo XIV. En efecto, entre las figuras aparecía una de san Benito alzando en su mano derecha una cruz que contenía parte del texto que se encontraba sólo en sus letras iniciales en las astas cruzadas de las cruces pintadas en las tapias del monasterio de Metten, y en la izquierda portaba una banderola con la continuación del texto que completaba todas las siglas hasta aquel momento misteriosas.
Mucho más tarde, ya en el siglo XX, se encontró otro dibujo en un manuscrito del monasterio de Wolfenbüttel representando a un monje que se defiende del mal, simbolizado en una mujer con una copa llena de todas las seducciones del mundo. El monje levanta contra ella una cruz que contienía la parte final del texto consabido. Es posible que la existencia de tal creencia religiosa no sea fruto del siglo XIV sino muy anterior.
Benedicto XIV, en marzo de 1742, aprobó el uso de la medalla que había sido tachada anteriormente, por algunos, de superstición. Dom Gueranger, liturgista y fundador de la Concregación Benedictina de Solesmes, comentó que el hecho de aparecer la figura de san Benito con la santa Cruz, confirma la fuerza que su signo obtuvo en sus manos. La devoción de los fieles y las muchas gracias obtenidas por ella es la mejor muestra de su auténtico valor cristiano.

jueves, 25 de septiembre de 2014

La matanza de Mateo Banks

Mateo Banks (1878-1955)
Fue uno de los crímenes más sonados de su época: ahogado por la bancarrota, un chacarero de Azul, portador de prestigioso apellido, mató a sangre fría a ocho personas, entre éstas a tres de sus hermanos y dos de sus sobrinas
A la una y cuarto de la tarde del martes 18 de abril de 1922, el chacarero Mateo Banks, de 44 años, disparó su rifle Winchester sobre la espalda de su hermano Dionisio Banks. La bala le atravesó el tórax. Mateo Banks lo remató con un segundo tiro. Dionisio estaba acompañado por su hija Sarita Banks, de 12 años, quien, aterrorizada, trató de escapar. Pero Mateo Banks la alcanzó, golpeándola con la culata del rifle. Semidesvanecida, la arrastró fuera del casco de la chacra La Buena Suerte, en un campo del partido de Azul, trescientos kilómetros al sudoeste de Buenos Aires. Mateo Banks arrojó a Sarita al jagüel. Recargó el rifle y, asomándose, terminó de matar a la niña con dos disparos.
Luego, comprobó que Dionisio estuviera muerto. Buscó un colchón y sobre él tendió el cadáver de su hermano. Esperó la noche. A las ocho, llegó en sulky el único peón que trabajaba en la chacra, un tal Juan Gaitán, que había ido al cercano pueblo de Parish para hacer una diligencia. Mientras Gaitán guardaba el sulky en el galpón, Mateo Banks, sin pronunciar una palabra, lo mató de un balazo en el pecho. Subió al sulky y se dirigió a su propio campo, El Trébol, a cinco kilómetros de La Buena Suerte. En El Trébol trabajaba un peón llamado Claudio Loiza. Mateo Banks le dijo a Loiza que Dionisio estaba enfermo y le pidió que lo acompañara a La Buena Suerte para atenderlo.
-Iré más tarde, patrón, a caballo.
-No hay tiempo. Vamos en el sulky.
El peón accedió y el sulky salió al camino. En algún punto del trayecto, Mateo Banks paró el sulky. Se había caído el rebenque y le pidió al peón que lo recogiera. Cuando Loiza bajó, Mateo Banks le disparó al cuello. Loiza cayó malherido. Mateo Banks, con parsimonia, lo remató. Escondió el cuerpo en un pajonal cercano. Volvió a El Trébol. Allí vivían otros dos hermanos: Miguel, de 49 años, junto con su esposa, Julia Dillon, y María Ana Banks, soltera, de 54. Cuando Mateo Banks llegó, Julia lo llamó para la cena, pero él se quedó en su habitación, aduciendo que no se sentía bien. A las once de la noche no quedaba nadie levantado en El Trébol. Salvo Mateo Banks. Agazapado en la oscuridad de su cuarto, esperaba para completar su raid de sangre. A las once y diez, se deslizó al patio y golpeó la ventana cerrada de María Ana. En susurros, para no despertar a los demás, Mateo Banks le dijo a su hermana que Dionisio estaba muy mal y que debían ir a La Buena Suerte para asistirlo. María Ana se cubrió con un chal y subió al sulky, que una vez más retomó el camino entre ambas chacras. En algún lugar, Mateo frenó el caballo, levantó el rifle que llevaba a sus pies y disparó a bocajarro contra María Ana. Pateó el cadáver, que quedó tirado en el camino. El sulky volvió a El Trébol. Mateo Banks llamó a la puerta de la habitación de Miguel y Julia. Julia se asomó: Mateo Banks le dijo que se sentía mal y le pidió un té. Cuando Julia apareció, le disparó al pecho.
Miguel estaba enfermo, en la cama. Sin embargo, al oír el tiro que había matado a su mujer, se levantó. Mateo Banks apareció en el vano de la puerta y le disparó a su hermano un balazo en el cuello. Quedaban vivas tres personas: Cecilia y Anita Banks, de 15 y 5 años, hijas de Miguel y Julia, y María Ercilia Gaitán, la hijita del peón, de 4 años.
Mateo Banks entró al cuarto donde dormían las tres y mató a Cecilia. Dejó el rifle, aferró a las dos niñas más pequeñas y las llevó a un cuarto vacío, que cerró con llave.
La trama
La orgía de muerte había terminado. Con la parsimonia de un autómata, Mateo Banks había exterminado a toda su familia: tres hermanos, una cuñada, dos sobrinas y dos peones; en total, ocho víctimas.
Mateo Banks recorrió el escenario como un artista que revisa minuciosamente su obra. Inclinándose sobre los muertos, les tomó el pulso para asegurarse de que no hubiera quedado en ellos ni un hálito de vida; los acomodó, los tapó con mantas. Volvió a subir al sulky, regresó a La Buena Suerte, donde se aseguró de que Dionisio estuviera muerto, y se asomó al pozo para comprobar que seguía allí el cadáver de Sarita.
Eran las cuatro de la mañana del 19 de abril. Bajo la lóbrega luz lunar, Mateo Banks se dirigió al pueblo. El sulky se detuvo ante la casa del médico de la familia, el doctor Rafael Marquestau. Mateo Banks golpeó a la puerta.
Luego de largos minutos, se entreabrió una ventana:
-¿Quién es?
-Soy Mateo Banks. Quiero hablar con el doctor. ¡Algo terrible ha pasado!
El médico, que conocía bien al chacarero, lo encontró dominado por la ansiedad:
-¡Acabo de matar a Gaitán! -le dijo Mateo Banks entre sollozos-. ¡Pasa algo que no tiene nombre! ¡Han asesinado a toda mi familia! ¡Les dispararon! Los muertos están allí; he pasado toda la noche con ellos… Los he cubierto con mantas. Loiza me disparó al pie y luego huyó…
El médico se vistió con prisa. Corrió al sulky. Junto con Mateo Banks se dirigieron a las chacras, donde la luz del nuevo día ya iluminaba el horror.
-Hay que avisarle a Carús -le dijo Mateo Banks al médico. Antonio Carús era un abogado y político conservador, caudillo del pueblo. Pero Marquestau insistió en que fueran a la policía.
El comisario Luis Bidonde jamás hubiera imaginado que la mañana del 19 de abril la tragedia llegase de esa forma al pueblo de Azul. ¿Acaso el diablo mismo había aparecido en aquel lugar pacífico de la llanura bonaerense? La policía descubrió un escenario que horrorizaría al país: en La Buena Suerte y El Trébol, las fincas de la prominente familia Banks, y sus inmediaciones, yacían los cadáveres de Dionisio, Miguel y María Ana Banks, Julia Dillon, las niñas Sarita y Cecilia Banks, además del cuerpo de uno de los peones, Gaitán. El denunciante, Mateo Banks, repetía una y otra vez que Gaitán y Loiza lo habían atacado tras abatir a toda su familia.
Los irlandeses
Esta historia había comenzado hacía mucho tiempo: quizá cuando, noventa años antes, en 1832, el coronel Pedro Burgos había fundado el Azul, fuerte militar cercano a un arroyo de aguas con esa coloración. Con el tiempo, desaparecido el peligro de los malones tras la derrota de Catriel y otros caciques, el Azul, como Tandil, Olavarría, Coronel Suárez y diversos pueblos del sudoeste provincial se habían convertido en prósperos centros agrícolas. En 1922, el partido del Azul tenía 30.000 habitantes, entre los cuales se contaban fuertes colonias de inmigrantes vascos, franceses, italianos e irlandeses, como los Banks.
El padre de Mateo Banks había llegado a la Argentina en 1862, huyendo de las pestes, las guerras y la miseria del verde Erín. Se casó con otra irlandesa de apellido Keena y aquí fundó una familia que se estableció primero en Chascomús y luego en el Azul. Pero ahora, en aquel amanecer de 1922, el apellido Banks habría de convertirse, en la historia criminal argentina, en un “caso”: el mayor crimen colectivo consumado por un solo hombre en 15 horas espeluznantes.
Miles y miles de azuleños indignados acompañaron hasta el cementerio los cuerpos de las víctimas. ¿Quién había tronchado de esa forma alevosa la vida de aquellos pioneros? Los siete ataúdes fueron velados en la iglesia catedral. La marea humana cargó a hombros los ataúdes. El juez de paz, el alcalde, los concejales, los hombres prominentes del pueblo, el jefe de la guarnición: todos encabezaban el duelo popular presidido por Mateo, el único Banks que quedaba en el Azul (una hermana, Catalina, había regresado a Irlanda).
El comisario Bidonde, mientras tanto, debía resolver el enigma. ¿Quién y por qué había cometido los crímenes? Las primeras batidas hallaron el cuerpo del peón Loiza, de manera que eran ocho los muertos. Todo tipo de rumores conmovían al pueblo, trayendo ecos de otras masacres de inmigrantes, como la sucedida en el Tandil, cuando los seguidores del fanático curandero y santón Tata Dios degollaron a 36 inmigrantes. Había sido un 1° de enero de 1872, casi exactamente medio siglo antes… Pero, por las dudas, todos los cerrojos y tranqueras del sur de la provincia habían sido reforzados y las armerías agotaron existencias.
Apenas cayó la tierra sobre los féretros de pino, el comisario Bidonde detuvo a Mateo Banks, en principio inculpado por la muerte de Gaitán. La prensa nacional, en especial los vespertinos de Buenos Aires La Razón, Crítica y Ultima Hora, dedicaban amplios espacios de sus ediciones al crimen.
De La Plata había llegado un investigador-estrella, el comisario Ricardo de la Cuesta, que se hizo cargo de los largos y exhaustivos interrogatorios al único testigo vivo y también principal sospechoso de los crímenes: Mateo Banks.
El chacarero se aferraba con uñas y dientes a su versión, pero pronto las contradicciones minaron su relato: el balazo que Banks alegaba haber recibido en la bota no era tal, sino un agujero hecho con un punzón; las autopsias determinaron que el calibre de las heridas correspondía al de la escopeta del sospechoso. Pero, sobre todo, se había descubierto que los Banks, ejemplo de inmigrantes triunfadores, escondían un secreto: en efecto, Miguel, Dionisio y María Ana eran prósperos, pero Mateo Banks estaba completamente arruinado.
Al cabo de tres semanas, el asesino confesó.
La condena
El juicio a Mateo Banks, acusado de ocho homicidios consumados con premeditación y alevosía, tuvo lugar en el Sport Club de Azul, habilitado como tribunal. El lugar estaba abarrotado de gente y el acusado, un hombre robusto cuya pelirroja testa y amplios bigotazos denunciaban su ascendencia irlandesa, debió ser protegido por la policía pues el público quería agredirlo. En el juicio, Mateo Banks se retractó de la confesión, que le había sido arrancada, dijo, con torturas. Pero las evidencias reunidas en la acusación del fiscal, el doctor Horacio Segovia, eran lapidarias contra Banks. La siguiente historia salió a la luz.
Mateo Banks tenía mucho prestigio en Azul, lo mismo que sus hermanos. Era socio del Jockey Club, vicecónsul de Gran Bretaña, representante para el sur de la provincia de la marca de autos Studebaker -uno de los últimos modelos de esta marca, una elegante voiturette, se lo había reservado Mateo Banks y con él se paseaba por Azul. Era un católico respetado, de los que portaban el palio en las procesiones, e integraba varias ligas de beneficencia. Su sólida posición social se consolidó al casarse con una mujer de postín, Martina Gainza, con la cual había tenido cuatro hijos. Mateo Banks y su mujer no vivían en el campo, sino en el centro de Azul, en una casa en la calle Necochea, con verja, jardín y un frente decorado.
En algún momento, Banks, quizá por su afición desmedida al juego, comenzó a perder su fortuna. “Banks, con su vida de «rico artificial», pensó que todo se arreglaría… y perdió toda noción de sentimientos humanos. No vaciló en sacrificar su apellido… Es una víctima de los vicios humanos que destruyen la dignidad, la honradez y hasta el amor de la familia…” Así lo crucificaba en un artículo un diario de Azul durante el proceso.
El fiscal Segovia probó hechos incontrovertibles: en 1921, Mateo Banks había vendido su parte del condominio familiar a sus hermanos. Y pocas semanas antes del crimen, había falsificado un poder de Dionisio para venderle a un rematador de la zona varios miles de cabezas de ganado, que ya no le pertenecían. Como señala Hugo A. Hohl en su exhaustivo estudio del caso Banks Crimen y status social (1998), el criminal había cometido una estafa: en el momento en que sus hermanos lo denunciaran, no le cabía a Mateo Banks otro destino que la cárcel. Por otra parte, el crimen había sido preparado con minucia: Mateo Banks había comprado días antes en una armería de Azul cartuchos de 12 milímetros, los que utilizó. Y el mismo día de la masacre había intentado envenenar a su familia echando estricnina en el puchero, aunque, al equivocar la dosis, no produjo consecuencias: tanto Julia Dillon como María Ana y Dionisio echaron a la basura la comida, de asqueroso gusto.
Para el fiscal Segovia, Banks planeó el múltiple asesinato con total racionalidad: ¿por qué no mató a la pequeña Anita Banks? Porque la esposa de Dionisio no vivía en La Buena Suerte; estaba recluida en un manicomio. A Mateo le hubiera tocado un tercio de la herencia, compartida con la mujer de Dionisio y con la hermana de los Banks que vivía en Irlanda. No era necesaria, para este plan, la muerte de Anita. ¿Por qué ensañarse con Cecilia y con los peones? Porque eran testigos indeseables que hubieran arruinado su versión. Según Segovia, cada movimiento de Banks había sido pensado: para sorprender a Loiza y a Gaitán, hombres fuertes que le habrían opuesto resistencia, usó estratagemas. Su plan de acusar a los peones salvó a la nena María Ercilia Gaitán: no era coherente que el peón asesinara a su propia hija.
La defensa de Banks, convertido por la prensa en un monstruo social, no fue aceptada por abogado alguno. Finalmente, la asumió el joven defensor de oficio Luis Larrain, que hizo lo imposible por salvar a su cliente insistiendo en la teoría de que los dos peones eran los culpables, quizá con la complicidad de algún otro asesino ignoto. Pero Mateo Banks nunca pudo explicar la farsa del agujero en la bota izquierda.
El 3 de abril de 1923, la vista de la causa se dio por concluida. El tribunal, integrado por los doctores Lisandro Salas, Abdon Bravo Almonacid y Armando Pessagno, le cedió la palabra al acusado, que se levantó y, tras limpiar con un pañuelo sus anteojos sin aro, dijo:
-Señor presidente: mucho se ha hablado de este horrendo crimen… He pasado diez meses con el corazón y el alma desgarrados por el dolor y el sufrimiento de las injusticias de las que fui objeto… He aguantado mi dolor en silencio… en la fe de Dios y en la justicia de mis jueces… Por esta cruz (la señala al público), mi pedido es uno solo: ¡que se haga justicia!
Fue condenado a reclusión perpetua. Pocos meses antes se había abolido en la Argentina la pena de muerte. Larrain alegó vicios de forma y pidió al tribunal la nulidad del proceso. Le fue concedida. El juicio se realizó por segunda vez, pero trasladado a los tribunales de La Plata. Entonces, Mateo Banks sorprendió a todos al nombrar como abogado al penalista más caro de Buenos Aires, Antonio Palacios Zinny, una especie de Perry Mason de su época, célebre por sus exitosas defensas de casos difíciles. ¿Quién pagó sus honorarios?, se preguntaba la opinión pública. Nadie, pero el abogado sabía que el país entero estaría pendiente de su defensa, y su prestigio como defensor de causas perdidas se multiplicaría a pesar de ser Mateo Banks el prototipo del asesino irredimible. Según cuenta Roberto Tálice en su libro de memorias Cien mil ejemplares por hora, durante este segundo proceso a Banks el defensor Palacios Zinny urdió una estratagema para impresionar a los jueces. Entregó a su cliente una pastilla de cianuro, que contenía una dosis no letal. Banks debía levantarse, proclamar su inocencia e ingerir el veneno. El hábil penalista no sólo había asegurado a su cliente que ese gesto inclinaría al tribunal en su favor. También habría vendido la exclusiva al vespertino Crítica, cuyos mejores reporteros cubrían la sesión del juicio ese día. En un momento, Palacios Zinny comenzó a hacer desesperadas señas a su defendido, indicándole que se tomara la cápsula. Banks lo miraba fijamente, pero nada sucedió. Según Tálice, a último momento el asesino desconfió… El tribunal de alzada confirmó la sentencia de culpabilidad y la pena de reclusión perpetua.
En 1924, Banks fue trasladado al penal de máxima seguridad de Ushuaia, donde convivió con otros presos famosos, como Cayetano Santos Godino (el Petiso Orejudo) y Simón Radowitzky, el anarquista que había asesinado en 1909 al jefe de policía Ramón Falcón.
Durante su permanencia en Ushuaia, Mateo Banks fue un preso de conducta ejemplar. Concedió numerosas entrevistas, para las cuales el director del penal le prestaba su despacho. Hasta allí llegó un día el popular periodista Juan José de Soiza Reilly, que se fotografió junto al preso Mateo Banks vestido con el tradicional traje a rayas.
Mateo Banks recuperó la libertad en 1949. Intentó regresar a Azul, pero la repulsa social se lo impidió. Era un muerto en vida. Su nombre y sus crímenes eran tan famosos que hasta habían inspirado dos tangos: Doctor Carús, de Martín Montes de Oca, y Don Maté 8 (léase “Mateocho”, el apodo con el que lo había bautizado la prensa), con música de Domingo Cristino y letra de José Ponzio. Para sobrevivir, Mateo Banks cambió de identidad y se trasladó a Buenos Aires. Quería perderse en el anonimato de la gran ciudad. Con documentos falsos a nombre de Eduardo Morgan, alquiló una pieza sin baño en la pensión de la calle Ramón Falcón 2178, en el barrio de Flores. El mismo día de la mudanza, con una toalla y un jabón, se dirigió Mateo Banks hasta el final del pasillo, entró en el baño y cerró con llave. Se desnudó y al meterse en la bañera resbaló. El golpe en la cabeza le provocó la muerte. Tenía 77 años.
Fuente
Abos, Alvaro – Ocho ataúdes para Mateo Banks.
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
La Nación Revista – Buenos Aires, 29 de enero de 2006
Portal www.revisionistas.com.ar
Se permite la reproducción citando la fuente: www.revisionistas.com.ar..
Este edificio, que se encuentra ubicado en la calle Cuba 2079, esquina Juramento en Buenos Aires, fue construido para asiento de la Municipalidad de Belgrano en los años 1870 a 1880, de acuerdo con los planos del arquitecto Juan A. Buschiazzo (1846-1917). Ocupa el centro del solar dejando un espacio…
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“China: Mirá qué bien están hechas las cosas. Ahora que es inminente mi paso al otro mundo, el miedo le ha dejado lugar a la curiosidad”.

–¿Pensás en la muerte? Se van acortando los plazos y es normal que piense más en ella. Pasé años de mi vida aterrada con la idea de la muerte hasta que mi madre, que le tenía terror, dijo algo me hizo desmitificarla. Ella tenía 95 años y se estaba muriendo. Entonces, dijo: “China, mirá qué bien están hechas las cosas. Ahora que es inminente mi paso al otro mundo, el miedo le ha dejado lugar a la curiosidad”. Uno tiene miedo a lo desconocido, pero cuando te vas acercando, vas perdiendo ese miedo.  Y querría morirme sin alboroto; morirme de estar viva nomás.

lunes, 22 de septiembre de 2014

ES MÁS FÁCIL CREER SI VEMOS LA FE HECHA CARIDAD CONCRETA. Papa Francisco.

En su viaje de ayer a Albania, el Papa Francisco visitó el centro Betania, que asiste a niños y adolescentes necesitados. Después de escuchar testimonios de jóvenes asistidos, el Papa Francisco expresó su agradecimiento por la hospitalidad que dan cada día en este centro a tantos niños y adolescentes necesitados de atención y amor.
El Papa subrayó que “en lugares como éste, todos confirmamos nuestra fe, se nos hace más fácil creer, porque vemos la fe hecha caridad concreta. La vemos dar luz y esperanza a situaciones de gran dificultad; vemos que se enciende de nuevo en el corazón de personas tocadas por el Espíritu de Jesús, que decía: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí» (Mc 9, 37)".
"Esta fe que actúa en la caridad mueve las montañas de la indiferencia, de la incredulidad y de la indolencia, y abre los corazones y las manos para hacer el bien y difundirlo. La Buena Noticia de que Jesús ha resucitado y está vivo en medio de nosotros pasa a través de gestos humildes y simples de servicio a los pequeños.”
EL BIEN PAGA INFINITAMENTE MEJOR QUE EL DINERO
"El bien es premio en sí mismo y nos acerca a Dios, Sumo Bien. Nos hace pensar como Él, nos hace ver la realidad de nuestra vida a la luz de su proyecto de amor para cada uno de nosotros, nos permite disfrutar de las pequeñas alegrías de cada día y nos sostiene en las dificultades y en las pruebas. El bien paga infinitamente mejor que el dinero, que nos defrauda porque hemos sido creados para recibir y comunicar el amor de Dios, y no para medir las cosas por el dinero y el poder".
"Entregarse por amor a Jesús produce alegría y esperanza, y servir a los hermanos se transforma en reinar con Dios. Estas palabras pueden resultar paradójicas para buena parte de nuestro mundo, que no acaba de comprenderlas y ansía encontrar la clave de la propia existencia en las riquezas terrenas, en el poder y en la pura diversión, donde sólo encuentra alienación y confusión".
"Pero el secreto de una existencia plena es amar y entregarse por amor. Ahí se encuentra la fuerza para “sacrificarse con alegría”, y el compromiso más exigente se convierte en fuente de mayor alegría. Así no asustan las opciones de vida definitivas, que aparecen, a su verdadera luz, como un modo de realizar plenamente la libertad personal".
"Continúen con confianza sirviendo al Señor en los pobres y en los abandonados, y pidiéndole que los corazones y las mentes de todos se abran al bien, a la caridad operante, fuente de auténtica alegría. Les pido, por favor, que recen por mí y de corazón los bendigo".

sábado, 20 de septiembre de 2014

20 DE SEPTIEMBRE Día del Jubilado


Este día se celebra en conmemoración de los 109 años de creación de la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones.
La fecha tiene su origen en el 20 de septiembre de 1904, día en que se sancionó la primera ley 4349 de jubilación, correspondiente a funcionarios, empleados y agentes civiles del Estado.
Esta ley reconoció por primera vez el beneficio previsional para los empleados públicos de la Nación.
Desde ese día, todos los 20 de septiembre se celebra el día del trabajador pasivo en Argentina.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

EL CEIBO:FLOR NACIONAL

La flor nacional de Argentina

La flor del ceibo es la flor nacional de Argentina y Uruguay
El Ceibo es un árbol originario de América, de la zona subtropical, no muy alto, de tronco retorcido, pertenece a la familia de las leguminosas, por lo que las semillas se guardan en vainas encorvadas. Suele alcanzar algunas veces hasta 20 metros de altura y sus flores de un rojo carmín. Crece en las riberas del Paraná y del Río de La Plata, pero se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas.

Hay una leyenda narrada por la tradición oral sobre el ceibo y que todos los niños conocíamos.
Me pregunto: ¿Los niños de hoy la conocen?
¿Saben cuál es nuestra flor nacional?
Cuenta la leyenda que en las orillas del Paraná vivía una indiecita fea, de rasgos toscos, llamada Anahí. Aunque era fea, en las tardes veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.
Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la hoguera.
La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.

El pedómano

El pedómano

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Joseph Pujol, alias le Pétomane (el pedómano), fue un humorista francés que utilizó el culo como herramienta de trabajo.
Desde muy pequeño ya se veía que su futuro estaría vinculado al mundo delespectáculo, era el encargado de amenizar las fiestas cantando y bailando pero un accidente cambió su registro… durante un baño en el mar, tomó aire para sumergirse y sintió cómo las gélidas aguas se introducían por su ano. Asustado, salió rápidamente a la orilla y mientras corría hacia donde se encontraba su madre, se percató de que, ahora, el agua salía. Su madre lo llevó al médico pero éste no le diagnosticó ninguna enfermedad o malformación y le dijo que no debía preocuparse.




Aquel incidente marcaría su vida… comprobó que, gracias al control abdominal, podía aspirar el agua a través del culo y, posteriormente, expulsarla proyectando un chorro de 4 o 5 metros. Cuando llegó a tener un control absoluto, probó con el aire y consiguió expulsarlo produciendo diferentes notas e incluso reproducir sencillas melodías. Tras el éxito cosechado durante cinco años (1887-1892) en Marsella con su espectáculo “Le Petomane“, dio el salto a París… al Moulin Rouge.  Allí actuó durante 3 años, convirtiéndose en el artista mejor pagado de Francia (20.000 francos), con un espectáculo en el que interpretaba melodías, apagaba velas, imitaba sonidos, fumaba cigarrillos y como broche final se metía un tubo que conectaba con una ocarina y reproducía canciones populares. Cuando abandonó el Moulin Rouge, por problemas contractuales, abrió su propio teatro y estuvo actuando hasta la Primera Guerra Mundial.


 http://www2.ups.edu/faculty/velez/Span_350/recursos/carmela/pedos.jpg


Después de su muerte, en 1945, la Escuela de Medicina de París ofreció 25.000 francos para poder inspeccionar el cuerpo de Pujol, pero la familia se negó: "hay algunas cosas en la vida que deben ser tratadas con respeto".