Maria ODonnea
Dos hermanos, ricos herederos, encerrados en una “cárcel del pueblo” de los Montoneros que funcionaba detrás de una carpintería de barrio en Carapachay. Un secuestro que se extendió por nueve meses, porque el principal accionista de Bunge y Born se había resistido a pagar el rescate descomunal que le exigía la guerrilla peronista por la vida de sus hijos. Hasta que pagó sesenta millones de dólares: el botín más grande de la historia.
Con estos pocos datos quedé atrapada. Quería saber más. Me pregunté qué había pasado con la plata, aunque tenía la vaga idea de que unos cuantos millones habían ido a parar a Cuba y que algún papel había jugado en la ruta del dinero el banquero David Graiver, muerto en un misterioso accidente de avión en 1976.
Me surgían otras preguntas, de cuestiones más básicas, a las que tampoco le encontraba respuesta. Me ubiqué en la época, entre septiembre de 1974 y junio de 1975, poco después de la muerte de Juan Domingo Perón y antes del golpe militar. Con la Triple A al acecho, ¿cómo era posible que los hermanos Jorge y Juan Born hubieran estado secuestrados durante tanto tiempo en una casa en la zona norte del conurbano?.
Suelo hacer compras en un supermercado mayorista que está muy cerca, no es una zona oculta ni accesible. Me pareció evidente que los Montoneros, que tenían entonces veintipocos años, se las habían ingeniado para montar una operación muy sofisticada, de la que se sabía muy poco. Me puse a investigar y ya no pude parar.
Leí mucho, consulté expedientes y entrevisté a mucha gente, pero al cabo de un par de años seguía sin encontrarle la vuelta a mi proyecto de libro. Hasta que por fin logré dar con Jorge Born y tuve suerte, porque lo encontré con ganas de hablar por primera vez sobre esta historia. Con su testimonio me decidí a escribir BORN. El libro, publicado por editorial Sudamericana, salió a la venta con las novedades de mayo.
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