Y bueno.Pasó así. La familia se dispersó sentimentalmente ese mismo día. La mamá murió. Que no te cuido,arreglate,etc,etc...Otros escondieron sus altos y bajos. Algunos esperando agradecimientos rimbombantes. Y se suma el chisme y la murmuración hacia su hermano desde la hipocresía y la soberbia
Pasaron más de 20 años y en vez de adelantarse se atrasaron. La Legrand tiene 98 años y aún aprende y se da la frente contra la pared.
Un día me aventuré a vivencias en soledad ante los obstáculos machos de este cotidiano humano y caótico.
Llegué a un sanatorio. Cirugía de mano. Una enfermera reta porque no había familias. Una hora. Tranquila,buscándola con voluntad. Salí. Me sentí liberada. No era para tanto pero lo es. Feliz con mis manos vendadas. Seguridad y mucha salud.
Di gracias a Dios y la Virgen. Lo esencial.
Me dije ¡¡¡Aprendimos!!! Pero no!
Buscaron otros refugios,otras caras,otra madera. Los buenos y acertados son ellos. Los locos... Yo.
Y aquí estoy . Un 20 de febrero. Día después de mí cumpleaños. Cirugía. Otra vez salas frías,sensores, anestesia,bandana y delantal. Sin nervios. Aunque en la antesala de cirugía sentí un leve picorcito en la entrepierna,cerca de las rodillas. Era inminente un brote. Un poco pero letal. Mí brote estaba irritado y rojo contándome que mí cuerpo se estresó. Tal vez me estresó el ¡¡¡ Familia de Cheryl !!!una y otra vez.
Diez minutos después de la cirugía ya estaba en la calle con una amiga y después otra,y otro !!! Nadie los llamó. Se dieron a la cita. Espontáneos,sin nada a cambio y sin verlos cincuenta años. Pero a la voz de ¡¡¡ Familia de Cheryl !!!no dudaron en dar el corazón.
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