jueves, 18 de agosto de 2016

El final de un Héroe. O el paso a la inmortalidad?....LUIS SIMONETTI

El feriado debería ser el 17 de Agosto. Como corresponde a una Patria que se enorgullezca de sus orígenes y de la grandeza de sus hombres. Pero vaya a saber conque excusas sin sentido, mañana será un día mas. Y aún así, algunos pocos ciudadanos bien paridos, este 17 de Agosto tendremos un recuerdo muy especial para un grande no solo de nuestra Patria, sino admirado por el mundo entero.
Vaya entonces un pequeño homenaje al mas grande, bajo la mirada de un extranjero, quien asistió al General en sus últimos días.
San Martín, como ya todos sabemos, habitó en Boulogne´- Sur Mer en una casa que alquiló durante poco más de un año y medio y en la cual murió. El general alquilaba un piso del edificio de la Grande Rue 105 –hoy propiedad de la República Argentina– en cuya planta baja residía el propietario de la casa Adolph Gérard, abogado, periodista y por entonces director de la biblioteca de esa ciudad marítima del noroeste de Francia. Gérard se hizo muy amigo de San Martín en ese período y cuando éste murió auxilió a su hija y yerno en todos los trámites relativos a su sepelio. Días después, el 21 de agosto, publicó un extenso artículo en el diario local sobre la vida y la trayectoria político-militar de su ilustre inquilino. Considerando que no se había escrito aún la historia de la Independencia Sudamericana y de sus protagonistas, y teniendo en cuenta también la inmediatez de esa publicación –hecha a tan sólo cuatro días de la muerte del general– cabe suponer que la fuente de los detallados conocimientos de que hace gala Adolph Gérard en su texto sobre la vida de San Martín eran mas que fidedignos. De ahí su incalculable valor. Y por eso también la sorpresa ante la escasa atención que le prestaron posteriormente los estudiosos de la vida de San Martín a este texto, en el cual hay referencias a aspectos de su trayectoria que luego fueron reinterpretados, polemizados o silenciados por biógrafos supuestamente más “rigurosos” y documentados. Un caso es el de la famosa entrevista de Guayaquil.
Gérard refiere lo allí discutido –no habla de secreto– y da por cierta –citando un párrafo– una famosa carta de San Martín a Bolívar –posterior a su célebre encuentro– que hizo correr ríos de tinta a los historiadores en una interminable polémica sobre su autenticidad.
“Aunque cinco años mayor que su rival de gloria, (San Martín) le ofreció (a Bolívar) su ejército –dice Gérard sobre la entrevista que tuvo lugar en Guayaquil el 22 de julio de 1822–, le prometió combatir bajo sus órdenes, lo conjuró a ir juntos al Perú y a terminar allí la guerra con brillo, para asegurar a las desdichadas poblaciones de esas regiones el descanso que tanto necesitaban. Con vanos pretextos, Bolívar se negó. Su pensamiento no es, parece, difícil de penetrar: quería anexar el Perú a Colombia, como había anexado el territorio de Guayaquil. Para eso, debía concluir solo la conquista. Aceptar la ayuda de San Martín era fortalecer a un adversario de sus ambiciones.
Bolívar sacrificó por lo tanto sin hesitar su deber a sus intereses”.
Y sobre la que se conoce como “carta de Lafond” por el nombre del autor francés que primero la publicó completa, agrega Gérard: “De Lima misma, y con fecha del 29 de agosto, había anunciado a Bolívar sus designios en una carta mantenida secreta hasta estos últimos años, y que es como un testamento político (…): ‘He convocado, le decía, para el 20 de septiembre, el primer congreso del Perú; al día siguiente de su instalación, me embarcaré para Chile, con la certeza de que mi presencia es el único obstáculo que le impide venir al Perú con el ejército que usted comanda… No dudo de que después de mi partida el gobierno que se establecerá reclamará vuestra activa cooperación, y pienso que usted no se negará a una tan justa demanda’”.
Otro detalle interesante en el artículo del Impartial de Boulogne-sur-mer es la síntesis que hace Gérard del pensamiento político de San Martín, en términos que iluminan la futilidad de la discusión sobre el monarquismo del Libertador; no porque lo niegue, sino porque lo explica, al ponerlo en contexto: “Partidario exaltado de la independencia de las naciones, sobre las formas propiamente dichas de gobierno no tenía ninguna idea sistemática. Recomendaba sin cesar, al contrario, el respeto de las tradiciones y de las costumbres, y no concebía nada menos culpable que esas impaciencias de reformadores que, so pretexto de corregir los abusos, trastornan en un día el estado político y religioso de su país: ‘Todo progreso, decía, es hijo del tiempo’. (…) Con cada año que pasa, con cada perturbación que padece, la América se acerca más aún a esas ideas que eran el fondo de su política: la libertad es el más preciado de los bienes, pero no hay que prodigarla a los pueblos nuevos. La libertad debe estar en relación con la civilización. ¿No la iguala? Es la esclavitud. ¿La supera? Es la anarquía”.
Gérard nos deja también una descripción del aspecto y carácter de San Martín por aquel entonces. Cabe señalar que, dos años antes de su muerte, en 1848, su hija Mercedes lo convenció de posar para un daguerrotipo, por entonces toda una novedad. Esa es por lo tanto la única “fotografía” que tenemos de él: aquella en la cual está sentado y luce el cabello encanecido. Permite calibrar cuáles de los tantos retratos pintados de él son los más fidedignos.
Así describía Gérard a su inquilino: “El señor de San Martín era un bello anciano, de una alta estatura que ni la edad, ni las fatigas, ni los dolores físicos habían podido curvar. Sus rasgos eran expresivos y simpáticos; su mirada penetrante y viva; sus modales llenos de afabilidad; su instrucción, una de las más extendidas; sabía y hablaba con igual facilidad el francés, el inglés y el italiano, y había leído todo lo que se puede leer. Su conversación fácilmente jovial era una de las más atractivas que se podían escuchar. Su benevolencia no tenía límites. Tenía por el obrero una verdadera simpatía; pero lo quería laborioso y sobrio; y jamás hombre alguno hizo menos concesiones que él a esa popularidad despreciable que se vuelve aduladora de los vicios de los pueblos. ¡A todos decía la verdad!”.
Una imagen diferente: Del relato de Gérard, emerge además una imagen diferente del ostracismo de San Martín, presentado por muchos de sus biógrafos como un período de oscuridad y silencio. Aunque, “menos conocido en Europa que Bolívar, porque buscó menos que él los elogios de sus contemporáneos”, dice Gérard, no era un exiliado ignoto: “En sus últimos tiempos, en ocasión de los asuntos del Plata [el bloqueo anglo-francés del Río de la Plata en tiempos de Rosas], nuestro Gobierno se apoyó en su opinión para aconsejar la prudencia y la moderación en nuestras relaciones con Buenos Aires; y una carta suya, leída en la tribuna por nuestro Ministro de Asuntos Extranjeros, contribuyó mucho a calmar en la Asamblea nacional los ardores bélicos que el éxito no habría coronado sino al precio de sacrificios que no debemos hacer por una causa tan débil como la que se debatía en las aguas del Plata”.
Este hecho –la lectura de una carta de José de San Martín en el parlamento francés en la cual el general les advertía de que no podrían doblegar al pueblo argentino– muestra no sólo que su presencia en Francia no era ignorada por las autoridades de ese país sino que él se mantuvo siempre atento a lo que sucedía en su Patria e intervino cada vez que pudo con los medios a su alcance en defensa de la independencia que había conquistado.

martes, 16 de agosto de 2016

Acto de varias virtudes


Fe.
Creo en Vos, Dios mio, porque sois la suma Verdad. que no puede ni engañarme ni engañarse.
Esperanza.
Espero en vos Dios mío. Porque sois poderoso9s y misericordiosos y quereis salvarme y santificarme si yo quiero. Con vuestra gracia
Caridad.
Os amo, Dios mío. Porque sois bueno sobre todas las cosas y habeis sido muy bueno conmigo siempre, sin yo merecerlo.
Adoración
Os adoro Dios mío. Porque sois excelentísmo. Santo. Dios y Señor de todas las cosas
Humildad.
Me humillo ante Vos. Porque soy una pobre criatura que sin vos nada puedo. Porque no os he servido como debo y os he ofendido mucho
Contrición
Os pido perdón. Dios mio de mis pecados y me arrepiento de haberos ofendido por ser Vos tan bueno; estoy dispuesto a satisfacer por mis culpas y enmendarme de todas ellas.
Acción de gracias.
Os doy gracias por los muchos beneficios que me habéis hecho siempre sin yo merecerlos y especialmente el querer que yo hoy os reciba
Ofrecimiento
Os ofrezco todo cuanto soy y tengo. Para serviros siempre con ello en lo que queráis.
Conformidad con la voluntad de Dios
Me resigno en todo a vuestra divina voluntad y acepto con alegría lo que me queráis dar o permitir acerca de mí , fuera el pecado.
Perdón
Perdono por vuestro amor, a todos los que me han ofendido para que Vos, me perdonéis.
Amén.

lunes, 15 de agosto de 2016

AMOR DE MADRE


De niños creemos que mamá todo lo puede, que no siente cansancio, que no sufre… esa imagen que guardamos de ella con el tiempo no coincide con la que vemos cuando pasan los años… Entonces descubrimos que mamá también sufre, se cansa, está triste, no tiene fuerza, calla ocultando el dolor…
La vemos como un héroe sobrevivir a grandes tragedias, llevarnos de la mano conteniéndonos y mostrándonos la vida siempre del lado más bello…
De niños no entendemos sus lágrimas… de adultos nos preocupan… o no las comprendemos…
Así como nosotros necesitamos tantas veces de la protección de esos brazos fuertes, de la comprensión de nuestros gestos o de nuestros silencios, de nuestro dolor… ella también nos necesita…
Por eso debemos detenernos y observarla… abrazarla y hacer que sienta que estamos allí… que nos importa, que es valiosa… y de esta forma regresaremos a ella el más hermoso sentimiento que nos enseñó, el sentimiento que lleva paz y tranquilidad en los momentos difíciles de la vida, el que nos contiene, el que minimiza el dolor, el que nos hace luchar por nuestros sueños e ideales… pero por sobre todo nos enseña a dar sin pedir nada a cambio: El Amor.

sábado, 13 de agosto de 2016

EL ESCUDO DEL PAPA FRANCISCO FLORECE EN LOS JARDINES VATICANOS


Queridos amigos, les presentamos una bonita foto del escudo del Papa Francisco realizado por los jardineros vaticanos delante del edificio de la Gobernación, a base de diversas variedades de flores y plantas. ¡Esperamos que les guste!
Recordamos que el escudo del Papa Francisco es básicamente el que tenía cuando era arzobispo. Se caracteriza por su simplicidad. Sobre un fondo azul, preside el emblema de la compañía de Jesus, de la que procede el Santo Padre: un sol radiante con las letras IHS -monograma de Jesucristo- que lleva encima una cruz y debajo los tres clavos en negro.
Más abajo, a la izquierda, se ve una estrella, que según la antigua tradición heráldica simboliza la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia. A la derecha, la flor de nardo, que indica a San José, patrón de la Iglesia universal; en la tradición iconográfica hispánica, en efecto, san José se representa con un ramo de nardo en la mano. Poniendo en su escudo estos símbolos, el Papa ha querido expresar su devoción hacia la Virgen y San José.
Sobre el escudo, azul, se hallan los símbolos de la dignidad pontificia, iguales a los que deseó el predecesor, Benedicto XVI (mitra entre llaves de oro y plata, entrelazadas por un cordón en cuyo centro hay flores rojas).
Por otra parte, recordamos también que el lema del Santo Padre Francisco (“Miserando atque eligendo”) procede de las Homilías de san Beda el Venerable, sacerdote (Hom. 21; CCL 122, 149-151), quien, comentando el episodio evangélico de la vocación de san Mateo, escribe: «Vidit ergo Iesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait illi Sequere me (Vio Jesús a un publicano, y como le miró con sentimiento de amor y le eligió, le dijo: Sígueme)». Así pues, se puede interpretar el sentido del lema como: “Lo miró con misericordia y lo eligió”.
Esta homilía es un homenaje a la misericordia divina y se reproduce en la Liturgia de las Horas de la fiesta de san Mateo. Reviste un significado particular en la vida y en el itinerario espiritual del Papa. En efecto, en la fiesta de san Mateo del año 1953, el joven Jorge Bergoglio experimentó, a la edad de 17 años, de un modo del todo particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. Después de una confesión, sintió su corazón tocado y advirtió la llegada de la misericordia de Dios, que, con mirada de tierno amor, le llamaba a la vida religiosa a ejemplo de san Ignacio de Loyola.
Una vez elegido obispo, monseñor Bergoglio, en recuerdo de tal acontecimiento, que marcó los inicios de su total consagración a Dios en Su Iglesia, decidió elegir, como lema y programa de vida, la expresión de san Beda miserando atque eligendo, que también ha querido reproducir en su escudo pontificio.

lunes, 8 de agosto de 2016

Buenos Aires. Cuartel de Santos Lugares, fines del siglo XIX. Donde fue ejecutada Camila O´Gorman.


Leyenda del ceibo, flor nacional


Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita fea, de rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.
Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la hoguera. La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento

Leyenda de la flor pasionaria o mburucuyá

La flor pasionaria o mburucuyá es uno de los ejemplares mas bellos y extraños que podemos encontrar en nuestra flora autóctona. Esta especie clasificada como trepadora es de habitad tropical, pero podemos encontrarla distribuida a lo largo de todaAmérica del Sur, encontrándose en nuestro país en varias provincias del centro y norte.
Existen varias especies de pasionarias que integran el género Passiflora, cuyo nombre se le fue asignado en referencia a la Pasión de Cristo ya que los primeros misioneros que arribaron a estas tierras y se encontraron con esta llamativa flor, aseguraron ver en ella los símbolos de este pasaje bíblico, como los 3 pistilos que representarían los 3 clavos con que Jesús fue fijado en la cruz, los cinco estambres, en representación de las 5 heridas que recibió y sus particulares pétalos que recordarían la corona de espigas.
La flor pasionaria también es conocida en nuestra región como mburucuyá, nombre que deriva del guaraní. La comunidad guaraní cuenta una muy bella historia sobre la flor pasionaria y dos jóvenes enamorados.

La leyenda de Mburucuyá

La leyenda cuenta la historia de amor entre una joven española que había arribado a las tierras guaraníes en la época de la colonia, acompañando a su padre, un estricto capitán de la flota europea, y un nativo aborigen que trabajaba las tierras del capitán y que llamaba cariñosamente mburucuyá a su amada.
Los jóvenes amantes se frecuentaban en secreto, cuando el sol se ocultaba ymburucuyá podía escapar de la atenta mirada de su padre. Ambos jóvenes se escabullían furtivamente hacia la selva, donde podían ser libres y amarse, lejos de los prejuicios y prohibiciones.
leyenda - mburucuyaSin embargo, como era común en esa época, el padre demburucuyá tenía otros planes para su joven hija, y arregló el matrimonio de la española con un comandante de alto rango de la tropa europea. La doncella temió perder a su verdadero amor, por lo que se negó al arreglo hecho y desató la ira del viejo capitán.
Desde aquel momento, los encuentros entre la doncella mburucuyá y su amado comenzaron a ser cada vez más esporádicos y riesgosos, pues la joven sabía que su padre jamás aceptar la unión de su hija con un hereje enemigo. En uno de estos últimos encuentros, el joven aborigen obsequió a su amada mburucuyá una pequeña flecha de afilada punta de piedra, adornada con plumas que había fabricado con sus propias manos especialmente para ella. La joven guardó la flecha en uno de los pliegues internos de su vestido, para estar siempre cerca de su amor.
Una tarde, el capitán comenzó a sospechar de las extrañas y largas ausencias de su hija, y duplicó la vigilancia, obligando a la joven a permanecer dentro de las paredes de su hogar, sin poder salir a los rutinarios encuentros con su amado.
Con la caída del sol, el joven guaraní se acercaba, escondido entre las sombras hasta la ventana del cuarto de mburucuyá y esperaba en vano a su doncella. Llevaba consigo su rústica caña de flauta, con la que entonaba unas suaves melodías para recordarle a su amada que él seguía esperándola.
Noche tras noche, la joven española escuchaba estas melodías de amor dedicadas a ella hasta que finalmente una tarde se dejaron de oír. La joven mburucuyá se pegaba a su ventana intentando distinguir entre los cientos de sonidos de la selva, las notas de amor que le dedicaba su enamorado, pero era en vano, su amado ya no estaba allí.
La doncella sucumbió entonces ante la angustia y la desesperación de no saber qué había sucedido con su amante. Su piel se volvió pálida, sus ojeras se acentuaron y ya no pronunciaba palabra alguna. La tristeza y el dolor la invadieron por completo.
Al fin, una tarde mburucuyá escuchó pasos y sonidos de alguien moviéndose por entre los matorrales debajo de su ventana. Esperanzada y sin importarle la vigilancia que había puesto su padre, abrió la ventana y se escabulló hacia las afueras, esperando encontrarse con su enamorado.
Sin embargo, se cruzó con una vieja india, que se presentó como la madre del joven amante de la española. La mujer, conocedora del amor entro los jóvenes, se había acercado a narrarle el trágico final que había sufrido su hijo. El Capitán había descubierto al aborigen bajo la ventana de la habitación de su hija al oír las melodías que entonaba con su flauta y al entender que aquel era con quien se frecuentaba, había mandado a sus hombres a acabar con su vida.leyenda- mburucuya
Devastada, la jovenmburucuyá le pidió a la mujer que la llevara a ver el cuerpo de su amado, por lo que la vieja india la condujo hasta un claro en la selva, donde descansaban losrestos del joven guaraní, sobre un colchón de hojas.
Enloquecida de dolor, mburucuyá cavó una fosa en la tierra con sus manos y depositó el cuerpo inerte de su amor en ella. Se recostó sobre él y tomando de entre su vestido la flecha que le había obsequiado se amor tiempo atrás, se quitó la vida, clavándosela en el corazón.
La vieja india enterró los cuerpos de los enamorados en aquel claro, en el medio de la selva y tiempo después, al visitar la tumba de su hijo descubrió asombrada que del centro de la sepultura brotaba un tallo verde y delgado. Con el paso del tiempo, el brote creció y se transformó en una gran enredadera nunca antes vista por los nativos del lugar y la llamaron mburucuyá  en honor al amor entre los jóvenes.
Como la flecha clavada en el corazón roto de la joven española, la enredadera dio flores con pétalos similares a plumas y frutos con pulpa roja como la sangre.
Los actuales habitantes de la selva guaraní, sostienen que la flor de la pasionariamuestra las características de la pasión de Cristo, porque Jesús aprobó el sacrificio de la joven mburucuyá por su amor guaraní.

Leyenda del Tordo: el pájaro sin nido.

leyenda del tordo
El tordo es un pájaro que posee un plumaje negro, y es protagonista de una leyenda argentina que narra la forma en que el ave tomó su color. Otras versiones van más lejos y cuentan el por qué el pájaro no aprendió a construir su propio nido y deja sus huevos en otros, incluso muchas veces otros pájaros terminan adoptando a sus crías porque los huevos, de muchos colores, no se distinguen fácilmente.
La leyenda habla que al disputar la superioridad del mundo, gavilanes y halcones hicieron una lucha a muerte contra los chimangos, jotes, tordos y cuervos, que estaban comandados por el carancho. Gracias a la ayuda de éste último, venció el primer grupo. El tordo estaba en su casa, a la que prendieron fuego por todos los costados. Se dice que estuvo cerca de la muerte pero que desde este momento tomó su color negro.
La parte que cuenta por qué pone huevos en otros nidos.
Parte de la leyenda argentina que narra la vida del tordo, dice que la vizcacha hizo una fiesta justo el día en que iban a enseñar cómo construir los nidos. La mayoría de pájaros dijeron que no podían ir, pero el tordo, su esposa y la lechuza sí acudieron. Allá estaban ranas y grillos comiendo y bebiendo. Se prolongó la fiesta pero cuando el tordo y su esposa regresaron los demás pájaros ya tenían sus nidos listos con ramas, pajas y hojas.
Desde aquél momento no le importó mucho al tordo su nido, y por eso pone los huevos en los nidos de los otros pájaros. La calandria, el pecho amarillo, sin embargo, son de los pocos que reconocen los huevos del tordo, y, a diferencia de los demás que pueden incluso críar a sus pichones, éstos los expulsan de sus nidos. Varias coplas también ilustran de forma llamativa toda esta leyenda argentina, la leyenda del tordo.

domingo, 7 de agosto de 2016

Seis pequeñas historias.

LOS AMIGOS ..... CONSEJO DE UN PADRE

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Hace muchísimos años, un joven recién casado estaba sentado en un sofá en un día caluroso y húmedo, bebiendo jugo helado durante una visita a su padre. Mientras conversaba sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de las personas adultas; el padre revolvía pensativamente los cubos de hielo de su vaso y lanzó una mirada clara y sobria hacia su hijo.
- "Nunca olvides a tus amigos", ¡aconsejó!, "Serán más importantes en la medida en que envejezcas".
"Independientemente de cuanto ames a tu familia y los hijos que por ventura vayas a tener, tu siempre necesitarás de amigos.. Recuerda ocasionalmente salir con ellos, realiza actividades con ellos, telefonéalos..."
"¡Que extraño consejo!" pensó el joven. "Acabo de ingresar al mundo de los casados, soy adulto y con seguridad mi esposa y la familia que iniciaremos ¡serán todo lo que necesito para dar sentido a mi vida!"
Con todo, él obedeció a su papá; mantuvo contacto con sus amigos y anualmente aumentaba el número de ellos. Con el pasar de los años, él fue comprendiendo que su padre sabía de lo que hablaba.
En la medida en que el tiempo y la naturaleza realizan sus designios y misterios en un hombre, los amigos resultaron baluartes de su vida.
Pasados los 50 años de vida, he aquí lo que aprendió:
El tiempo pasa.
La vida continúa.
La distancia separa.
Los niños crecen.
Los empleos van y vienen.
El amor se debilita.
Las personas no hacen lo que deberían hacer.
El corazón se rompe.
Los padres mueren.
Los colegas olvidan los favores.
Las carreras terminan.
Mas, los verdaderos amigos siempre están ahí, no importa a cuánto tiempo o a cuantos kilómetros se encuentren.
Un amigo nunca está más distante que el alcance de una necesidad, haciendo barra por ti, interviniendo a tu favor, esperándote de brazos abiertos o bendiciendo tu vida.
Cuando iniciamos esta aventura llamada VIDA, no sabíamos de las increíbles alegrías o tristezas que estaban delante. No sabíamos de cuanto necesitaríamos unos de otros.
Comparte este texto con todos los amigos que ayudan a dar sentido a tu vida...
¡Yo ya lo hice!
PD. Recuerda............no es para todos........es para mis AMIGOS!

viernes, 5 de agosto de 2016

4 de Agosto de 1936. Dom Pérignon (champán).

Dom Pérignon es una marca de Champaña, producida por Moët & Chandon. Recibió el nombre de Dom Pérignon en honor a Pierre Pérignon, un monje benedictino quien supuestamente fuese el descubridor, de la forma de creación de los vinos espumosos.La primera cosecha de Dom Pérignon fue de 1921 y solo fue puesta a la venta el 4 de agosto de 1936, después de la Gran Depresión. Dom Pérignon es una vendimia de champagne, lo que significa que solo se efectúa en los mejores años, y todas las uvas utilizadas para la elaboración del vino fueron cosechadas en el mismo año. Muchos champanes, por el contrario, no son de época, lo que significa que la champaña se fabrica a partir de uvas cosechadas en varios años.


miércoles, 3 de agosto de 2016

LA MADRE DE LA PATRIA


Era mujer, en la época en que ser mujer era una condena. Era negra, cuando ser negra significaba ser esclava. Era pobre, cuando ser pobre era la moneda más frecuente entre los que no tenían una sola moneda ni para comer.
Fue soldado cuando ser soldado significaba dejar el cuerpo en el campo de batalla, aún cuando sobreviviera.
Fue sepultada por el olvido cuando en el panteón de los héroes no entraban las mujeres, ni los negros, ni los pobres, ni los soldados. Y ella fue todo eso junto.
Y a pesar de todo, Manuel Belgrano la declaró la madre de la Patria.
Todos sabemos quién es el Padre de Patria; ni hace falta mencionarlo. ¿Pero es posible que la mayoría de este pueblo desconozca quién es la madre?
Se llamaba María Remedios del Valle y era parda. Parda, sí, aquella categoría aún vigente entre los que creen, insisto, todavía hoy, en que el color de la piel es una cuestión de casta. Algunos dicen que era afroargentina. Yo prefiero decir que era negra.
Tenía una mirada compasiva que podía volverse fiera como la de las hembras cuando ven peligrar la cría; los ojos, tan negros que no se distinguía la pupila del iris, siempre estaban alerta.
María Remedios nació en Santa María de los Buenos Aires un día incierto de 1766, ya que la historia ni siquiera tuvo el decoro de preservar la fecha exacta. Se propuso defender este suelo acaso para soñar con una patria que nunca tuvo. Combatió junto al Tercio de Andaluces, uno de los varios grupos de milicianos que expulsó a los ingleses durante las segundas invasiones.
Luego de la Revolución de Mayo, marchó al Alto Perú con el Ejército del Norte. Con su marido y sus dos hijos, uno de ellos adoptado, se incorporó al Regimiento de Artillería de la Patria. Volvió sola. En el campo de batalla quedó toda su familia. No sobrevivieron su esposo ni sus hijos. Ni siquiera los nombres para recordarlos como corresponde.
Lejos de rendirse ante el rigor de la existencia, ahora tenía tres motivos más para seguir luchando. Le suplicó a Manuel Belgrano que le permitiera participar en la batalla de Tucumán. Atado a la disciplina y a los reglamentos militares, Belgrano al principio se negó. Pero esa voz firme y esa mirada aguerrida se impuso y finalmente, desde la retaguardia, llegó al frente de batalla codo a codo con los soldados.
Fue un triunfo decisivo en la lucha por la Independencia. Belgrano pasa revista de la tropa en formación y al llegar a ella, se detiene, le tiende la mano y la nombra capitana de su ejército y Madre de la Patria.
La Negra Remedios Acompañó a Belgrano en la victoria pero, sobre todo, en la derrota.
Cuando fue derrotado en Vilcapugio, María de los Remedios del Valle combatió, recibió una bala y, herida, fue tomada prisionera. Apresada, ayudó a escapar a los jefes patriotas. No le salió gratis: durante nueve días recibió el azote público: la piel negra se tiñó con la sangre roja y le quedó ese estigma para siempre como un trofeo de guerra. Consiguió escapar y se unió a las tropas de Güemes.
Una anciana indigente, busca cobijo en la recova del Cabildo, un lugar de paseo terminada la guerra por la Independencia, ya en tiempos menos convulsionados.
La anciana extiende su palma blanca para recibir la limosna de los viandantes. Alguien se detiene y cree ver en esa vieja negra, pobre de toda pobreza a una antigua conocida. El hombre es el general Viamonte. “¡Usted es la Capitana, la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína!”, exclama emocionado el ahora diputado.
La negra Remedios Del Valle, que mal podía esconder las cicatrices en el brazo, le cuenta cuántas veces había llamado a la puerta de su casa para saludarlo, pero el personal doméstico la había echado como a una pordiosera.
Federico Andahazi


lunes, 1 de agosto de 2016

El Papa en Cracovia con la juventud

¡Con vuestra sonrisa y vuestros brazos abiertos predicáis la esperanza y sois una bendición para la única familia humana! *

Vigilia de oración en Cracovia: «Dios espera algo de ti, Dios quiere algo de ti, Dios te espera a ti»

Queridos jóvenes,
Es bueno estar aquí con ustedes en esta Vigilia de oración. Al terminar su valiente y conmovedor testimonio, Rand nos pedía algo.  Nos decía: «Les pido encarecidamente que recen por mi amado país».  Una historia marcada por la guerra, el dolor, la pérdida, que finaliza con un pedido: el de la oración.  Qué mejor que empezar nuestra vigilia rezando.Venimos desde distintas partes del mundo, de continentes, países, lenguas, culturas, pueblos diferentes.  Somos «hijos» de naciones, que quizá pueden estar enfrentadas luchando por diversos conflictos, o incluso estar en guerra.  Otros venimos de países que pueden estar en «paz», que no tienen conflictos bélicos, donde muchas de las cosas dolorosas que suceden en el mundo sólo son parte de las noticias y de la prensa. Pero seamos conscientes de una realidad: para nosotros, hoy y aquí, provenientes de distintas partes del mundo, el dolor, la guerra que viven muchos jóvenes, deja de ser anónima, deja de ser una noticia de prensa, tiene nombre, tiene rostro, tiene historia, tiene cercanía.  Hoy la guerra en Siria, es el dolor y el sufrimiento de tantas personas, de tantos jóvenes como el valiente Rand, que está aquí entre nosotros pidiéndonos que recemos por su amado país.Existen situaciones que nos pueden resultar lejanas hasta que, de alguna manera, las tocamos.  Hay realidades que no comprendemos porque sólo las vemos a través de una pantalla (del celular o de la computadora).  Pero cuando tomamos contacto con la vida, con esas vidas concretas no ya mediatizadas por las pantallas, entonces nos pasa algo importante, sentimos la invitación a involucrarnos: «No más ciudades olvidadas», como dice Rand: ya nunca puede haber hermanos «rodeados de muerte y homicidios» sintiendo que nadie los va a ayudar.  Queridos amigos, los invito a que juntos recemos por el sufrimiento de tantas víctimas fruto de la guerra, que recemos por tantas familias de la amada Siria y de otras partes del mundo, para que de una vez por todas podamos comprender que nada justifica la sangre de un hermano, que nada es más valioso que la persona que tenemos al lado.  Y en este pedido de oración también quiero agradecerles a Natalia y a Miguel, porque ustedes también nos han compartido sus batallas, sus guerras interiores.  Nos han mostrado sus luchas y cómo hicieron para superarlas.  Son signo vivo de lo que la misericordia quiere hacer en nosotros.Nosotros no vamos a gritar ahora contra nadie, no vamos a pelear, no queremos destruir.  Nosotros no queremos vencer el odio con más odio, vencer la violencia con más violencia, vencer el terror con más terror.  Nosotros hoy estamos aquí, porque el Señor nos ha convocado.  Y nuestra respuesta a este mundo en guerra tiene un nombre: se llama fraternidad, se llama hermandad, se llama comunión, se llama familia. Celebremos el venir de culturas diferentes y nos unimos para rezar.  Que nuestra mejor palabra, que nuestro mejor discurso, sea unirnos en oración.  Hagamos un rato de silencio y recemos; pongamos ante el Señor los testimonios de estos amigos, identifiquémonos con aquellos para quienes «la familia es un concepto inexistente, y la casa sólo un lugar donde dormir y comer», o con quienes viven con el miedo de creer que sus errores y pecados los han dejado definitivamente afuera.  Pongamos también las «guerras» de ustedes, las luchas que cada uno trae consigo, dentro de su corazón, en presencia de nuestro Dios.
[Silencio]
Mientras rezábamos, me venía la imagen de los Apóstoles el día de Pentecostés.  Una escena que nos puede ayudar a comprender todo lo que Dios sueña hacer en nuestra vida, en nosotros y con nosotros.  Aquel día, los discípulos estaban encerrados por miedo.  Se sentían amenazados por un entorno que los perseguía, que los arrinconaba en una pequeña habitación, obligándolos a permanecer quietos y paralizados.  El temor se había apoderado de ellos.  En ese contexto, pasó algo espectacular, algo grandioso.  Vino el Espíritu Santo y unas lenguas como de fuego se posaron sobre cada uno, impulsándolos a una aventura que jamás habrían soñado.Hemos escuchado tres testimonios, hemos tocado, con nuestros corazones, sus historias, sus vidas.  Hemos visto cómo ellos, al igual que los discípulos, han vivido momentos similares, han pasado momentos donde se llenaron de miedo, donde parecía que todo se derrumbaba.  El miedo y la angustia que nace de saber que al salir de casa uno puede no volver a ver a los seres queridos, el miedo a no sentirse valorado ni querido, el miedo a no tener otra oportunidad.  Ellos nos compartieron la misma experiencia que tuvieron los discípulos, han experimentado el miedo que sólo conduce a un lugar: al encierro.  Y cuando el miedo se acovacha en el encierro siempre va acompañado por su «hermana gemela»: la parálisis, sentirnos paralizados.  Sentir que en este mundo, en nuestras ciudades, en nuestras comunidades, no hay ya espacio para crecer, para soñar, para crear, para mirar horizontes, en definitiva para vivir, es de los peores males que se nos puede meter en la vida.  La parálisis nos va haciendo perder el encanto de disfrutar del encuentro, de la amistad; el encanto de soñar juntos, de caminar con otros.Pero en la vida hay otra parálisis todavía más peligrosa y muchas veces difícil de identificar; y que nos cuesta mucho descubrir.  Me gusta llamarla la parálisis que nace cuando se confunde «felicidad» con un «sofá/kanapa (canapé)».  Sí, creer que para ser feliz necesitamos un buen sofá/canapé.  Un sofá que nos ayude a estar cómodos, tranquilos, bien seguros.  Un sofá —como los que hay ahora modernos con masajes adormecedores incluidos— que nos garantiza horas de tranquilidad para trasladarnos al mundo de los videojuegos y pasar horas frente a la computadora.Un sofá contra todo tipo de dolores y temores.  Un sofá que nos haga quedarnos en casa encerrados, sin fatigarnos ni preocuparnos.  La «sofá-felicidad», «kanapa-szczcie», es probablemente la parálisis silenciosa que más nos puede perjudicar, ya que poco a poco, sin darnos cuenta, nos vamos quedando dormidos, nos vamos quedando embobados y atontados mientras otros —quizás los más vivos, pero no los más buenos— deciden el futuro por nosotros.  Es cierto, para muchos es más fácil y beneficioso tener a jóvenes embobados y atontados que confunden felicidad con un sofá; para muchos eso les resulta más conveniente que tener jóvenes despiertos, inquietos respondiendo al sueño de Dios y a todas las aspiraciones del corazón.Pero la verdad es otra: queridos jóvenes, no vinimos a este mundo a «vegetar», a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos venido a otra cosa, a dejar una huella.  Es muy triste pasar por la vida sin dejar una huella.  Pero cuando optamos por la comodidad, por confundir felicidad con consumir, entonces el precio que pagamos es muy, pero que muy caro: perdemos la libertad.Ahí está precisamente una gran parálisis, cuando comenzamos a pensar que felicidad es sinónimo de comodidad, que ser feliz es andar por la vida dormido o narcotizado, que la única manera de ser feliz es ir como atontado.  Es cierto que la droga hace mal, pero hay muchas otras drogas socialmente aceptadas que nos terminan volviendo tanto o más esclavos.  Unas y otras nos despojan de nuestro mayor bien: la libertad.
Amigos, Jesús es el Señor del riesgo, del siempre «más allá». Jesús no es el Señor del confort, de la seguridad y de la comodidad.  Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados, por caminos que abran nuevos horizontes, capaces de contagiar alegría, esa alegría que nace del amor de Dios, la alegría que deja en tu corazón cada gesto, cada actitud de misericordia.  Ir por los caminos siguiendo la «locura» de nuestro Dios que nos enseña a encontrarlo en el hambriento, en el sediento, en el desnudo, en el enfermo, en el amigo caído en desgracia, en el que está preso, en el prófugo y el emigrante, en el vecino que está solo.  Ir por los caminos de nuestro Dios que nos invita a ser actores políticos, pensadores, movilizadores sociales.
Que nos incita a pensar una economía más solidaria.  En todos los ámbitos en los que ustedes se encuentren, ese amor de Dios nos invita llevar la buena nueva, haciendo de la propia vida un homenaje a él y a los demás.
Podrán decirme: «Padre pero eso no es para todos, sólo es para algunos elegidos».  Sí, y estos elegidos son todos aquellos que estén dispuestos a compartir su vida con los demás.  De la misma manera que el Espíritu Santo transformó el corazón de los discípulos el día de Pentecostés, lo hizo también con nuestros amigos que compartieron sus testimonios.  Uso tus palabras, Miguel, vos nos decías que el día que en la Facenda te encomendaron la responsabilidad de ayudar a que la casa funcionara mejor, ahí comenzaste a entender que Dios pedía algo de ti.  Así comenzó la transformación.
Ese es el secreto, queridos amigos, que todos estamos llamados a experimentar.  Dios espera algo de ti, Dios quiere algo de ti, Dios te espera a ti.  Dios viene a romper nuestras clausuras, viene a abrir las puertas de nuestras vidas, de nuestras visiones, de nuestras miradas.  Dios viene a abrir todo aquello que te encierra. T e está invitando a soñar, te quiere hacer ver que el mundo con vos puede ser distinto. Eso sí, si vos no ponés lo mejor de vos, el mundo no será distinto.
El tiempo que hoy estamos viviendo, no necesita jóvenes-sofá, mody-kanapa, sino jóvenes con zapatos; mejor aún, con los botines puestos.  Sólo acepta jugadores titulares en la cancha, no hay espacio para suplentes.  El mundo de hoy les pide que sean protagonistas de la historia porque la vida es linda siempre y cuando querramos vivirla, siempre y cuando querramos dejar una huella.  La historia hoy nos pide que defendamos nuestra dignidad y no dejemos que sean otros los que decidan nuestro futuro.  El Señor, al igual que en Pentecostés, quiere realizar uno de los mayores milagros que podamos experimentar: hacer que tus manos, mis manos, nuestras manos se transformen en signos de reconciliación, de comunión, de creación.  Él quiere tus manos para seguir construyendo el mundo de hoy.  Él quiere construirlo con vos.
Me dirás, Padre, pero yo soy muy limitado, soy pecador, ¿qué puedo hacer?  Cuando el Señor nos llama no piensa en lo que somos, en lo que éramos, en lo que hemos hecho o de dejado de hacer.  Al contrario: él, en ese momento que nos llama, está mirando todo lo que podríamos dar, todo el amor que somos capaces de contagiar.  Su apuesta siempre es al futuro, al mañana. Jesús te proyecta al horizonte.  Por eso, amigos, hoy Jesús te invita, te llama a dejar tu huella en la vida, una huella que marque la historia, que marque tu historia y la historia de tantos.
La vida de hoy nos dice que es mucho más fácil fijar la atención en lo que nos divide, en lo que nos separa.  Pretenden hacernos creer que encerrarnos es la mejor manera para protegernos de lo que nos hace mal.  Hoy los adultos necesitamos de ustedes, que nos enseñen a convivir en la diversidad, en el diálogo, en compartir la multiculturalidad, no como una amenaza sino, como una oportunidad: tengan valentía para enseñarnos que es más fácil construir puentes que levantar muros.
Y todos juntos pidamos que nos exijan transitar por los caminos de la fraternidad.  Construir puentes: ¿Saben cuál es el primer puente a construir?  Un puente que podemos realizarlo aquí y ahora: estrecharnos la mano, darnos la mano.  Anímense, hagan ahora, aquí, ese puente primordial, y dénse la mano.  Es el gran puente fraterno, y ojalá aprendan a hacerlo los grandes de este mundo… pero no para la fotografía, sino para seguir construyendo puentes más y más grandes.  Que éste puente humano sea semilla de tantos otros; será una huella.
Hoy Jesús, que es el camino, te llama a dejar tu huella en la historia.  Él, que es la vida, te invita a dejar una huella que llene de vida tu historia y la de tantos otros.  Él, que es la verdad, te invita a desandar los caminos del desencuentro, la división y el sinsentido.  ¿Te animas?  ¿Qué responden tus manos y tus pies al Señor, que es camino, verdad y vida? Que el Señor bendiga tus sueño tus sueños. Gracias

Lee el discurso del Papa Francisco en la Vigilia de la JMJ Cracovia 2016


‪#‎JMJ‬ ‪#‎Cracovia2016‬ ‪#‎Vigilia‬ "Nosotros no vamos a gritar ahora contra nadie, no vamos a pelear, no queremos destruir. Nosotros no queremos vencer el odio con más odio, vencer la violencia con más violencia, vencer el terror con más terror. Nosotros hoy estamos aquí, porque el Señor nos ha convocado. Y nuestra respuesta a este mundo en guerra tiene un nombre: se llama fraternidad, se llama hermandad, se llama comunión, se llama familia. Celebremos el venir de culturas diferentes y nos unimos para rezar. Que nuestra mejor palabra, que nuestro mejor discurso, sea unirnos en oración".
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