"Hallan biografía inédita de San Francisco de Asís http://ift.tt/1v4b9mi pic.twitter.com/Tg8McUmO5j"
Mujer :un largo camino has recorrido y algo me dice que aún te faltan como cuatro décadas más.Solicita al Altísimo salud ,amor y una vejez de grandes enamoramientos.''YO''
viernes, 30 de enero de 2015
jueves, 29 de enero de 2015
domingo, 25 de enero de 2015
BELLEZA
Una compañía de cosméticos pidió a la gente que le enviara fotografias y una carta para describir a la mujer mas hermosa que conocia. Recibieron miles de cartas.
Una captó la atención de todos y la hicieron llegar al presidente de la compañía. La carta fué enviada por un niño cuyos padres estaban separados y vivia en un vecindario muy pobre. El niño decía:
“Esta hermosa mujer vive en la misma calle que yo. La visito todos los dias. Ella me hace sentir el niño mas importante del mundo. Jugamos damas chinas y ella escucha mis problemas. Ella me entiende, y cuando me voy, siempre me grita desde la puerta que está muy orgullosa de mi.
Esta foto les muestra que ella es la mujer mas hermosa del mundo . Yo espero casarme con una mujer tan linda como ella”.
Intrigado por la carta, el presidente de la compañía pidió ver la foto. Era una mujer sonriente, sin dientes, de edad avanzada, sentada en una silla de ruedas. Poquito cabello ya canoso, recogido. Las arrugas que formaban zurcos profundos en toda su cara, no se notaban tanto gracias al brillo de sus ojos.
El presidente dijo:
“no podemos usar la foto de esta mujer. Ella le demostraría a todo el mundo que no se necesitan nuestros productos para ser bella ".
sábado, 17 de enero de 2015
Lo dijo Meryl Streep
"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia" (Meryl Streep).
jueves, 15 de enero de 2015
¿Porque debemos guardar el rosario bajo la almohada?
Guardá un Rosario, aunque sea de los pequeños, debajo de la almohada.
Desde que tomé esa costumbre, se me solucionan los problemas más fácilmente, y es un buen método para los que tienen insomnio, verán que amanecen con el rosario en las manos y han tenido un buen descanso!
Las acciones con sentido cobran más fuerza cuando se sabe su origen.
Una hermosa historia ....
¿A que vos tampoco conocías la historia del rosario?
Yo siempre me preguntaba ¿A quién se le habrá ocurrido repetir las Aves Marías tantas veces? ¿Que sentido tiene?, etc.
Ahora se comprende y cada vez que lo recen, cada Ave María es una preciosa rosa para la Virgen. Estoy seguro de que todos conocemos esta bella oración que es el Santo Rosario.
Una leyenda cuenta que un Hermano Lego (que no era sacerdote) de la Orden de los Dominicos, no sabía leer ni escribir, por lo que no podía leer los Salmos, como era la costumbre en los conventos de la época. Entonces, cuando terminaba sus labores por la noche (él era el portero, el barrendero, el hortelano, etc...) se iba a la capilla del convento y se hincaba frente a la imagen de la Virgen María , y recitaba 150 avemarías (el número de los salmos), luego se retiraba a su celda a dormir. Por la mañana, de madrugada, se levantaba antes que todos sus hermanos y se dirigía a la capilla para repetir su costumbre de saludar a la Virgen.
El Hermano Superior notaba que todos los días, cuando él llegaba a la capilla para celebrar las oraciones de la mañana con todos los monjes, había un exquisito olor a rosas recién cortadas y le dio curiosidad,por lo que preguntó a todos quién se encargaba de adornar el altar de la Virgen tan bellamente, a lo que la respuesta fue que ninguno lo hacía, y los rosales del jardín no se notaban faltos de sus flores.
El Hermano lego enfermó de gravedad; los demás monjes notaron que el altar de la Virgen no tenía las rosas acostumbradas, y dedujeron que era el Hermano quien ponía las rosas. ¿Pero cómo? Nadie le había visto
jamás salir del convento, ni tampoco sabían que comprara las bellas rosas. Una mañana les extrañó que el se había levantado, pero no lo hallaban por ninguna parte. Al fin, se reunieron en la capilla, y cada monje que
entraba se asombraba, pues el hermano lego estaba arrodillado frente a la imagen de la Virgen, recitando extasiado sus avemarías, y a cada una que dirigía a la Señora, una rosa aparecía en los floreros. Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.
jamás salir del convento, ni tampoco sabían que comprara las bellas rosas. Una mañana les extrañó que el se había levantado, pero no lo hallaban por ninguna parte. Al fin, se reunieron en la capilla, y cada monje que
entraba se asombraba, pues el hermano lego estaba arrodillado frente a la imagen de la Virgen, recitando extasiado sus avemarías, y a cada una que dirigía a la Señora, una rosa aparecía en los floreros. Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.
Con el correr de los años, Santo Domingo de Guzmán, (se dice que por revelación de la Santísima. Virgen ) dividió las 150 avemarías en tres grupos de 50, y los asoció a la meditación de la Biblia: Los Misterios Gozosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, a los cuales el Beato Papa Juan Pablo II le añadió los Misterios
Luminosos.
Luminosos.
CARGUEN SU ROSARIO TODOS LOS DIAS - Cuando portás tu Rosario, es un dolor de cabeza para Satanás
- Cuando usas tu Rosario, Satanás colapsa
- Cuando él te ve rezando el Rosario, se desvanece.
- Vamos a Rezar el Rosario cada vez, de manera de mantenerlo desvanecido.
- Tu sabias que cuando trates de re-enviar este mensaje, Satanás va a intentar desanimarte?
¡Re-enviando este mensaje, colaborás para acelerar el triunfo de la Virgen Maria!
Envíalo a tus amigos y compañeros de oración y comprueba luego cómo trabaja el Espíritu Santo
miércoles, 14 de enero de 2015
Dr. Esteban Laureano Maradona - Vida y Documental.
Esteban Laureano Maradona Villalba (n. Esperanza, provincia de Santa Fe 4 de julio de 1895 – m. Rosario, Argentina 14 de enero de 1995) fue un médico rural, naturalista, escritor y filántropo argentino famoso por su modestia y abnegacíon, que pasó cincuenta años en una remota localidad de Formosa, Estanislao del Campo, ejerciendo la medicina.
Su vida fue un ejemplo de altruismo. Colaboró con las comunidades indígenas en varios aspectos: económico, cultural, humano y social.
Es autor de obras científicas sobre antropología, flora y fauna. Renunció a todo tipo de honorario y premio material viviendo en la humildad y colaborando con su dinero y tiempo con los más menesterosos, a pesar de que pudo haber tenido una cómoda vida ciudadana, gracias a sus estudios y a la clase social a la que pertenecía.
Era descendiente de varios próceres de la provincia de San Juan. De Plácido Fernández Maradona, que fue gobernador en varias ocasiones y ministro de Nazario Benavídez, y de José Ignacio Fernández de Maradona (ambos hijos de español Francisco Fernández de Maradona c.c. Francisca Arias de Molina y Jofré, arribado de San Pedro de Arante, España, en el año 1748), jesuita y primer diputado electo por el pueblo de San Juan al ser reputado como el "mejor probidad" ante la Junta Grande de 1810 en Buenos Aires. Su madre se llamaba Petrona Encarnación Villalba Sosa y era hija de Esteban Villalba, de origen santiagueño. ëste había trabajado muchos años a cargo del cuidado de la hacienda de la familia Ezeiza, quienes al regresar al país de su exilio político, encontraron que no sólo don Esteban Villalba había cuidado su hacienda en su ausencia, sino que la había duplicado. Gracias a su honestidad, los Ezeiza le otorgaron grandes cantidades de patacones de plata a don Esteban, que luego de ello, costeando el río Paraná, se detuvo por la zona de Barrancas y Coronda, ambas en la provincia de Santa Fe, y compraron hectáreas de campo. Cerca de allí, en 1895, en Esperanza, provincia de Santa Fe nació su nieto, Don Esteban Laureano Maradona Villalba. Su padre, Waldino Maradona, sanjuanino, había llegado a ser senador de Santa Fe. Muy amigo de Domingo Faustino Sarmiento, el historiador Juan Manuel Cervera narró su historia en la obra "Waldino B. Maradona, un civilizador de provincia", también fue maestro, periodista y productor rural. Su madre, Encarnación Villalba, era de familia estanciera. Esteban Laureano pasó entonces su infancia a orillas del río Coronda, donde su padre se desempeñaba como maestro en la estancia Los Aromos. Allí aprendió jugando a vivir en el monte, cazar y pescar.
Ya mayor, cursó sus estudios primarios y secundarios repartiéndose entre Santa Fe y Buenos Aires. En esta última ciudad se recibió de médico en 1928 e instaló un consultorio, pero luego lo trasladó a Resistencia, en aquel entonces capital del Territorio Nacional del Chaco, donde además se dedicó al periodismo en el diario La Voz y a realizar exploraciones y estudios de botánica en la isla del Cerrito Argentino. Entre 1931 y 1932, dio un ciclo de conferencias sobre seguridad laboral en el marco de la Ley de Trabajo. Esto le trajo problemas con el gobierno militar de aquel entonces, ejercido por el presidente Uriburu, razón por la cual decidió viajar al Paraguay. En ese momento empezaba la guerra del Chaco (1932-1935), sostenida por Paraguay y Bolivia, y Maradona decidió anotarse como médico camillero prestando auxilio a los soldados de ambos bandos, pues, según sus palabras, el dolor no tiene fronteras. Al llegar a Asunción las autoridades lo metieron preso por sospecharlo de espía, sin embargo con el tiempo le creyeron y llegó a ser jefe del Hospital Naval de Asunción. También redactó el reglamento de Sanidad Militar del Paraguay y tuvo tiempo para ocuparse de la colonia de leprosos de Itapirú. En Asunción, se comprometió con la que fue la única novia que se le conoce, Aurora Ebaly, sobrina del presidente paraguayo, pero ella fallecería de fiebre tifoidea el 31 de diciembre de 1934.
Con la culminación de la guerra en 1935 se decidió a retornar a su país, a pesar de los pedidos del gobierno paraguayo, que con premios y homenajes, intentó convencerlo de que se quedara dado el gran aprecio que se había ganado. Había proyectado ir hasta Formosa y allí tomarse un tren a Salta para luego ir a Tucumán donde visitaría a su hermano, y por último ir a Buenos Aires e instalar un consultorio en Lobos, provincia de Buenos Aires, donde vivía su madre.
La Historia.
Parecía una parada más. Pero la modorra del convoy se sacudió por los gritos y las manos que se levantaban con más angustia que aires de bienvenida, y clamando sin mucha esperanza por un milagro en aquel paraje olvidado…un médico. Un hombre delgado, de apenas 1, 53 m, se alisó los cabellos oscuros y lacios y con voz amable y firme bajó de inmediato a ofrecerse como tal. Tiempo después, el mismo recordaría su encuentro con su Formosa de monte e indios donde pasaría los siguientes 50 años de su vida con estas palabras y esta sencillez: “Había que tomar una decisión y la tomé. El tren que me llevaba a Tucumán, donde vivía mi hermano, estaba a punto de arrancar Yo estaba en el andén del Paraje Guaycurri (que con los años sería Estanislao del Campo) cuando vi muchas manos que se alzaban suplicantes y voces ininteligibles que me llamaban en idiomas diferentes. Entonces me subí a un sulky tirado por una mujer cincuentona muy preocupada y me dejé internar en la maleza. Poco después, como dijeron por allá, le había “salvado” la vida a una indiecita que después se me presentó como Mercedes Almirón y que hoy vive en Tucumán rodeada de sus nietos y sus bisnietos. Un parto distócico había estado a punto de terminar con ella y con el bebé. Fue entonces cuando decidí perder mi pasaje en el tren, que aún me aguardaba, y no volver nunca a las comodidades de mi consultorio en Buenos Aires. La bienvenida me la dieron indios, criollos y algún que otro inmigrante, todos enfermos, barbudos, harapientos. Yo mismo me di la bienvenida a ese mundo nuevo, aún a riesgo de mi salud y mi vida.”
dijo:Cuando yo llegué empezaron los problemas. Todo esto era monte, sólo había cuatro o cinco ranchos y estaba todo rodeado de indios, que por otra parte me querían matar. Tanto que uno de ellos, que era famoso, me agarró de las solapas y me sacudió, amenazándome. Pero nunca les tuve miedo ni me demostré asustado. Y no por dármelas de valiente. Sino que soy así nomás. Pero con la palabra dulce y la práctica de la medicina, tratando las enfermedades, dándoles tabaco y consiguiéndoles ropas, las cosas fueron cambiando. Así los traté hasta hoy. Me remangué, me metí en el monte sin ningún temor, arriesgando mi vida y también mi salud.
Revista Historias de la Argentina secreta (1986)[/quote]
Revista Historias de la Argentina secreta (1986)[/quote]
Sin otro adorno que su simple sencillez narró siempre aquel instante que no sólo cambió su vida sino que mejoró para siempre la de miles de habitantes de las selvas de Formosa y Chaco, y que alcanzó a indios tobas, matacos, mocovíes y pilagás, a criollos y a inmigrant es. No fue poco: logró erradicar de ese olvidado rincón del país los flagelos de la lepra, el mal de Chagas, la tuberculosis, el cólera, el paludismo y hasta la sífilis, que él entendía como el mal aportado por la civilización, a la que por eso llamaba “sifilización”. Para lograr sus objetivos, juntó lo que podía y como podía de la ciencia médica traída de la Universidad de Buenos Aires, sus propios y extensos estudios como naturalista, su ingenio y su creatividad y trabajó con métodos y remedios caseros, escribiendo su propia versión del sanitarismo cuando enseñó a sus queridos indios a fabricar ladrillos, a edificar sus casas y a cuidar de su salud.
Y en el monte y las tolderías se escribió el capítulo más admirable de este hombre de extraordinaria riqueza y fuerza espiritual volcada en amor a su prójimo más necesitado. Su labor no se circunscribió solamente a la asistencia sanitaria: convivió con ellos, se interiorizó de las múltiples necesidades que padecían y trató de ayudarlos también en todos los aspectos que pudo: económicos, culturales, humanos y sociales. Realizó gestiones ante el Gobierno del Territorio Nacional de Formosa y obtuvo que se les adjudicara una fracción de tierras fiscales. Allí, reuniendo a cerca de cuatrocientos naturales, fundó con éstos una Colonia Aborigen, a la que bautizó “Juan Bautista Alberdi”, en homenaje al autor de “Las Bases . . .”, colonia que fue oficializada en 1948. Les enseñó algunas faenas agrícolas, especialmente a cultivar el algodón, a cocer ladrillos y a construir sencillos edificios. A la vez, los atendía sanitariamente, todo, por supuesto, de manera gratuita y benéfica, hasta el extremo de invertir su propio dinero para comprarles arados y semillas. Cuando edificaron la Escuela, enseñó como maestro durante tres años, hasta que llegó un docente nombrado por el gobierno.
Inevitablemente alguien lo llamó un día cuando su historia trascendió el monte “el Albert Schweitzer de los tobas y matacos”, y su comentario al respecto ayuda a conocerlo sin necesidad de comparaciones ociosas: “Nunca pude entender quién inventó esas macanas de que yo era como Ghandi o de que era el Albert Schweitzer d e la Argentina —comentaba—, eso no me causa gracia porque yo odio el exhibicionismo en cualquiera de sus manifestaciones. Yo soy sólo un médico de monte, que es menos aún que un médico de barrio”. “Schweitzer sí era un hombre ilustre, él sabía música; era un eximio organista, más allá de su gigantesca obra en África. Y cómo pueden compararme con Ghandi, justamente con él, que con la no violencia salvó a todo el pueblo. Y a mí, sólo por haber cumplido con mi deber, me quieren hacer fama, justamente a mí, que siempre me creí el más inútil de los 14 hermanos. Cómo voy a ser un hombre ilustre si de chico fui retraído, taciturno; fui mal alumno, desordenado, rebelde, solitario y de carácter fuerte. Era medio desobediente y a veces prefería quedarme pintando abajo de un ombú antes que leer libros”.
Era además un apasionado de las ciencias naturales. Inspirado por la riqueza natural del monte formoseño, escribió una veintena de libros, la mayoría inéditos, sobre etnografía, lingüística, mitología indígena, dendrología, zoología, botánica, leprología, historia, sociología y topografía. Varias veces le ofrecieron puestos; nunca prestó conformidad. En 1981 un jurado compuesto por representantes de organismos oficiales, de entidades médicas y de laboratorios medicinales, lo distinguió con el premio al “Médico Rural Iberoamericano”, que se adjudicaba acompañado de importante suma de dinero. Rechazó a ésta de plano, y en el mismo acto de la entrega, logró que con ese fondo se instituyeran becas para estudiantes que aspiraban a ser médicos rurales. Cuando ya era anciano, el gobierno quiso destinarle una pensión vitalicia; tampoco aceptó. Su norma inquebrantable de conducta rezaba “todo para los demás, nada para mí”.
Fue postulado tres veces para el Premio Nobel y recibió decenas de premios nacionales e internacionales, entre los que se cuenta el Premio Estrella de la Medicina para la Paz, que le entregó la ONU en 1987. Sin embargo, no le importaban los honores. Había escrito su historia en el silencio, y la fama lo asaltó tiñendo su figura de ribetes legendarios y valores espirituales alejados de las sociedades de este tiempo, que paradójicamente lo admiraron por ello. Esa notoriedad le fue tan ajena como los homenajes o las retribuciones dinerarias: simplemente no alteraba su vida ni la aceptaba como algo merecido o que valiera la pena. En una carta dirigida a Eduardo Bernardi, al referirse a los premios, escribió: “Es todo humo que se disipa en el espacio”. Sus frases, siempre amables y sin altisonancias, son en sí mismas un legado más para la reflexión cuando ya su figura es una ausencia grande:
“Si algún asomo de mérito me asiste en el desempeño de mi profesión, éste es bien limitado; yo no he hecho más que cumplir con el clásico juramento hipocrático de hacer el bien”.
A los 90 años, cuando los dolores de un cuerpo ya entumecido le hicieron partir a su pesar, se despidió sencillamente de “su gente” y se tomó un ómnibus para Santa Fe. Las crónicas nos dicen que las autoridades lo detectaron y le consiguieron una ambulancia para que completara el viaje. Llegó tan mal que fue necesario internarlo por un mes, y pidió expresamente a su familia que siempre fuera en un hospital público. Casi 9 años después, pisando el siglo de vida, con la lucidez que lo acompañó siempre resumió su vida en un párrafo cuya sencillez y grandeza estremecen: “Así viví muy sobriamente cincuenta y tres años en la selva, hasta que el cuerpo me dijo basta. Un día me sentí morir y me empecé a despedir de los indios, con una mezcla de orgullo y felicidad, porque ya se vestían, se ponían zapatos, eran instruidos. Creo que no hice ninguna otra cosa más que cumplir con mi deber”. Dos lecciones y a cual más grande: una vida de entrega y trabajo y una humildad igualmente épica.
dijo:
" ..Vuelvo con las manos vacías,
todo lo he dado.
Luz de las estrellas para alumbrar
el camino.
Mi corazón humilde se lo ofrecí
al destino.
Regreso pobre de amor, de ensueños
y de esperanzas.
Una carga de lágrimas sólo
he traido, un dolor puro y santo
como un niño dormido."
todo lo he dado.
Luz de las estrellas para alumbrar
el camino.
Mi corazón humilde se lo ofrecí
al destino.
Regreso pobre de amor, de ensueños
y de esperanzas.
Una carga de lágrimas sólo
he traido, un dolor puro y santo
como un niño dormido."
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Sus últimos años.
En 1986 enfermó y debió trasladarse a la ciudad de Rosario, donde vivía su sobrino. Llegó en un estado calamitoso por lo que debió internarse inmediatamente en un hospital. Ya de alta se fue a vivir con la familia de su sobrino de donde no se mudaría más.
En sus últimos años recibiría muchos homenajes y distinciones y no aceptaría ningún tipo de pensión vitalicia. Murió de vejez, a los 99 años, en Rosario, pero sus restos se guardan en la ciudad de Santa Fe en el panteón de su familia Maradona-Villalba.
Un poeta de su ciudad natal, Esperanza, le dedicó en vida unas estrofas que, como reconocimiento popular, recorrieron la región:
Sea quichua, toba u ona,
La tribu no importa mucho;
La caridad llegó al indio
Por manos de Maradona.
La tribu no importa mucho;
La caridad llegó al indio
Por manos de Maradona.
Maradona fue velado en el Palacio de la Municipalidad de Rosario, ciudad que lo había nombrado "ciudadano ilustre" y en la mañana del día siguiente trasladado a Santa Fe.
Su inhumación tuvo lugar el día 15 de enero de 1995 en la necrópolis de ésta. Como expresión del duelo y de la adhesión oficial, concurrieron al acto el gobernador de la Provincia y el intendente de Santa Fe. Sin embargo, al igual que la vida del prohombre, la ceremonia fue sencilla y humilde. Previa una misa de cuerpo presente celebrada en la capilla, y ya frente al panteón, alguien que lo admiraba recitó una poesía alusiva a la Muerte y seguidamente habló su amigo Abel Bassanese, después de lo cual se depositó el cadáver en el panteón de la familia.
Extraída de una grabación magnetofónica, enviada por el señor Erasmo Trangoni, de LT9 Radio Santa Fe, a la Escuela Nº 591, trascribimos a continuación la oración fúnebre, que en representación de los amigos del doctor Maradona, pronunció Abel Bassanese:
dijo:
Señoras, Señores:
No tengo representación de institución alguna, ni pública ni privada, para hablar en este acto. Pero lo hago por dos razones: primero, porque entiendo que en las exequias de los grandes hombres cualquier ciudadano honesto puede hacer uso de la palabra, para expresar sus ideas y sentimientos sobre el difunto y su vida. Y segundo, porque si bien no tengo ninguna representación institucional, sí poseo una que las resume a todas . . .:
Hablo en nombre de los más antiguos amigos del doctor Maradona que aún permanecemos en vida. De aquéllos que a lo largo de muchos años, en las tórridas jornadas del interior de Formosa, tuvimos la dicha de ser iluminados con las luces de su inteligencia, de disfrutar las delicias y bondades de su espíritu, de ser enaltecidos con su cariño y amistad, sin falsías ni retaceos, de conocer su desinterés por las cosas materiales y de emocionarnos con las exteriorizaciones de su infinita filantropía.
Porque así, con todas esas virtudes, como un paradigma del ser humano ideal, fue Maradona. Vivió con extrema sencillez, trabajó con singular humildad e hizo el bien a cuantos pudo, sin alardes ni estridencias de ninguna especie. Ejerció su profesión como un verdadero y exigente apostolado, a tal extremo que quizá haya superado a los mejores de todos los tiempos, a aquéllos que dieron lustre y dignidad a la práctica de la medicina en nuestra tierra.
Ese quehacer y esas virtudes ya le habían ganado, hace años, el pedestal de la inmortalidad. Y últimamente, rodeado del cariño de sus familiares, disfrutaba la tranquilidad de un condigno retiro, al que ocupaba para perfeccionar y completar algunos de los numerosos libros que escribió. Así pasó sus días, hasta que se fue, silencioso y humilde como había vivido. Fue fiel a su naturaleza hasta para llegar a la misma sepultura.
El destino pareció serle propicio. Tuvo una larga existencia, como la de los antiguos patriarcas bíblicos, y como algunos de éstos, sobrevivió a su obra y pudo comprobar la recompensa de un reconocimiento unánime, traducido en muchos homenajes, que nunca había buscado y ni siquiera soñado.
No tengo representación de institución alguna, ni pública ni privada, para hablar en este acto. Pero lo hago por dos razones: primero, porque entiendo que en las exequias de los grandes hombres cualquier ciudadano honesto puede hacer uso de la palabra, para expresar sus ideas y sentimientos sobre el difunto y su vida. Y segundo, porque si bien no tengo ninguna representación institucional, sí poseo una que las resume a todas . . .:
Hablo en nombre de los más antiguos amigos del doctor Maradona que aún permanecemos en vida. De aquéllos que a lo largo de muchos años, en las tórridas jornadas del interior de Formosa, tuvimos la dicha de ser iluminados con las luces de su inteligencia, de disfrutar las delicias y bondades de su espíritu, de ser enaltecidos con su cariño y amistad, sin falsías ni retaceos, de conocer su desinterés por las cosas materiales y de emocionarnos con las exteriorizaciones de su infinita filantropía.
Porque así, con todas esas virtudes, como un paradigma del ser humano ideal, fue Maradona. Vivió con extrema sencillez, trabajó con singular humildad e hizo el bien a cuantos pudo, sin alardes ni estridencias de ninguna especie. Ejerció su profesión como un verdadero y exigente apostolado, a tal extremo que quizá haya superado a los mejores de todos los tiempos, a aquéllos que dieron lustre y dignidad a la práctica de la medicina en nuestra tierra.
Ese quehacer y esas virtudes ya le habían ganado, hace años, el pedestal de la inmortalidad. Y últimamente, rodeado del cariño de sus familiares, disfrutaba la tranquilidad de un condigno retiro, al que ocupaba para perfeccionar y completar algunos de los numerosos libros que escribió. Así pasó sus días, hasta que se fue, silencioso y humilde como había vivido. Fue fiel a su naturaleza hasta para llegar a la misma sepultura.
El destino pareció serle propicio. Tuvo una larga existencia, como la de los antiguos patriarcas bíblicos, y como algunos de éstos, sobrevivió a su obra y pudo comprobar la recompensa de un reconocimiento unánime, traducido en muchos homenajes, que nunca había buscado y ni siquiera soñado.
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Distinciones y homenajes.
1941 Orden Nacional del Mérito con el grado de Gran oficial del ejército paraguayo. Siendo otorgado por el Presidente Higinio Morínigo (Paraguay) por su colaboración voluntaria durante la Guerra Paraguayo-Boliviana
1953 Diploma Honorífico, otorgado por el Centro Cultural Paraguayo por su desinteresada labor en la guerra del Chaco Boreal.
1950 Premio al Médico Rural Iberoamericano (premio otorgado por representantes de organismos oficiales, entidades médicas y laboratorios medicinales). Rechazó el dinero para que fuera donado en becas a jóvenes médicos rurales formoseños.
1977 Miembro Honorífico de la Sociedad de Médicos Escritores (sede en París).
Premio Florián Paucke de la provincia de Santa Fe.
1987 Premio Estrella de Medicina para la Paz de las Naciones Unidas.
Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario.
En 1988 y 1993 fue propuesto al Premio Nóbel de la Paz.
Nombrado Ciudadano ilustre de la ciudad de Rosario.
1994 Medalla, diploma de honor y placa recordatoria otorgada por el Senado de la Nación Argentina.
1994 Pensión vitalicia otorgada por el Congreso de la Nación Argentina (ley 24.387, del 22 de noviembre de dicho año).
El 20 de abril de 1996 el Correo Argentino emitió en su homenaje un sello con su retrato con la leyenda "Médico abnegado y generoso".
Varias calles, escuelas y plazoletas en Formosa, Rosario y en su ciudad natal, Esperanza, llevan su nombre.
La humilde casa en la que vivió en Estanislao del Campo fue declarada monumento histórico por el gobierno de Formosa.
El 27 de junio de 2001, el Congreso de la Nación Argentina sancionó la ley 25.448, instituyendo el 4 de julio como Día Nacional del Médico Rural, conmemorando el natalicio del doctor Esteban Laureano Maradona.
"...Con el oxígeno del aire y el agua que viene del cielo me basta. No tengo motivos de queja..."
Esteban Laureano Maradona
Esteban Laureano Maradona
domingo, 11 de enero de 2015
EL MATE
La expresión "mate" tiene su origen en le vocablo quechua "mati" que quiere decir calabaza, los conquistadores españoles lo usaron para referirse a lo que los guaranies llamaban "caiguá" (káa = yerba, y = agua, gua = es un sufijo de procedencia) que quiere decir "lo que pertenece a la yerba", o "lo de la yerba".
Asignaron por extensión ese nombre a bebida elaborada a partir de la yerba, (ilex paraguariensis) producto de su infusión. La calabaza utilizada es el fruto de la lagenaria vulgaris. para sorber la infusión se utiliza una cañita o bombilla, originalmente llamada tacuarí en cuyo extemo se colocaba una semilla ahuecada que servía de filtro.En tiempos de la conquista el mate fue prohibido por la Iglesia por considerar a la ilex paraguariensis "una hierba del demonio".
El ritual de la infusión practicado por los nativos resultaba una suerte de amenaza para los recién llegados europeos que desconocián tal práctica y sus efectos. Se condenó a los tomadores de mate por considerarlos "haraganes", sosteniendo que este rito paralizaba durante muchas horas al día sin otra justificación que el ocio.
De hecho todo intento de erradicación fracasó rotundamente.
Los indígenes de la Banda Oriental consiguieron yerba muy tempranamente a causa de sus intercambios con la población guaraní, desde entonces los habitantes de estas tierras practican la "ceremonia" de compartir la infusión. En el campo, en las ciudades, antes, después, durante el trabajo, en las playas y paseos, incluso en las calles, los uruguayos toman mate.
Su sabor amargo proviene de los taninos, la espuma, de los glicósidos y la acción estimulante, de la cafeína.
Un tomador de mate que participe en dos rondas de mate diarias, consume al año 14 gramos de cafeína. Cada quilo de yerba mate lista para ser utilizada contine 2,5 gramos de cafeína, un quilo de café contiene 2,6 gramos.
El Uruguay es porcentualmente el mayor consumidor de yerba mate del mundo, aquí la tradición de tomar mate puede considerarse un factor de identidad nacional.
Si bien el Uruguay no produce yerba mate, exporta 200.000 kilos anuales a los uruguayos dispersos por el planeta..
El antropólogo uruguayo Daniel Vidart dice: "tras el ademán litúrgico de preparar, cebar, y tomar mate hay una concepción del mundo y de la vida...el mate vence las tendencias aislacionistas del criollo...empareja las clases sociales...Y en todos los tiempos fue el mate el que hizo la rueda y no la rueda la que trajo al mate"
Asignaron por extensión ese nombre a bebida elaborada a partir de la yerba, (ilex paraguariensis) producto de su infusión. La calabaza utilizada es el fruto de la lagenaria vulgaris. para sorber la infusión se utiliza una cañita o bombilla, originalmente llamada tacuarí en cuyo extemo se colocaba una semilla ahuecada que servía de filtro.En tiempos de la conquista el mate fue prohibido por la Iglesia por considerar a la ilex paraguariensis "una hierba del demonio".
El ritual de la infusión practicado por los nativos resultaba una suerte de amenaza para los recién llegados europeos que desconocián tal práctica y sus efectos. Se condenó a los tomadores de mate por considerarlos "haraganes", sosteniendo que este rito paralizaba durante muchas horas al día sin otra justificación que el ocio.
De hecho todo intento de erradicación fracasó rotundamente.
Los indígenes de la Banda Oriental consiguieron yerba muy tempranamente a causa de sus intercambios con la población guaraní, desde entonces los habitantes de estas tierras practican la "ceremonia" de compartir la infusión. En el campo, en las ciudades, antes, después, durante el trabajo, en las playas y paseos, incluso en las calles, los uruguayos toman mate.
Su sabor amargo proviene de los taninos, la espuma, de los glicósidos y la acción estimulante, de la cafeína.
Un tomador de mate que participe en dos rondas de mate diarias, consume al año 14 gramos de cafeína. Cada quilo de yerba mate lista para ser utilizada contine 2,5 gramos de cafeína, un quilo de café contiene 2,6 gramos.
El Uruguay es porcentualmente el mayor consumidor de yerba mate del mundo, aquí la tradición de tomar mate puede considerarse un factor de identidad nacional.
Si bien el Uruguay no produce yerba mate, exporta 200.000 kilos anuales a los uruguayos dispersos por el planeta..
El antropólogo uruguayo Daniel Vidart dice: "tras el ademán litúrgico de preparar, cebar, y tomar mate hay una concepción del mundo y de la vida...el mate vence las tendencias aislacionistas del criollo...empareja las clases sociales...Y en todos los tiempos fue el mate el que hizo la rueda y no la rueda la que trajo al mate"
Aunque el mate tiene su origen en Uruguay, lo hemos aderido tanto en nuestras costumbres que es parte de nuestra tradición.
Crónicas de la Tierra sin Mal
No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.
No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.
Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.
No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma...
Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: "¡Sí!".
No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.
No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.
No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.
Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío".
No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.
Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.
No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma...
Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: "¡Sí!".
No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.
No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.
No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.
Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío".
Oriah Mountain Dreamer
Equilibrio Yoga
REPELENTE CASERO.
REPELENTE CASERO.
Ingredientes:
1/2 litro de alcohol
1 paquete de clavos de olor (100 gr)
1 vaso de aceite de bebé o similar (100 ml)
1 paquete de clavos de olor (100 gr)
1 vaso de aceite de bebé o similar (100 ml)
Preparación:
Deje los clavos de olor macerando en el alcohol 4 días, agitando mañana y tarde. A continuación, poner el aceite corporal (puede ser de almendras, manzanilla, hinojo, lavanda vera, aloe, etc.) y ya está pronto para su uso.
Deje los clavos de olor macerando en el alcohol 4 días, agitando mañana y tarde. A continuación, poner el aceite corporal (puede ser de almendras, manzanilla, hinojo, lavanda vera, aloe, etc.) y ya está pronto para su uso.
Modo de empleo:
Pásese unas gotas en los brazos y piernas y los mosquitos huyen de la habitación.
El clavo espanta las hormigas de la cocina y de los electrodomésticos.
Ahuyenta las pulgas de las mascotas.
El repelente evita que los mosquitos chupen sangre, por lo que se altera la reproducción, disminuyendo su proliferación.
El clavo espanta las hormigas de la cocina y de los electrodomésticos.
Ahuyenta las pulgas de las mascotas.
El repelente evita que los mosquitos chupen sangre, por lo que se altera la reproducción, disminuyendo su proliferación.
viernes, 9 de enero de 2015
LIBERTÉ, IGUALITÉ.
LIBERTÉ, IGUALITÉ. YAGUARETÉ
Francia constribuyó a la destrucción de la cultura de occidente, .. y dejo entrar otras culturas.
Antes aplaudia y reía... ahora les llegó al hora de llorar. (es lamentable)
Francia constribuyó a la destrucción de la cultura de occidente, .. y dejo entrar otras culturas.
Antes aplaudia y reía... ahora les llegó al hora de llorar. (es lamentable)
Desde la Revolución Francesa, Francia expulsó a Dios Todopoderoso de su sociedad pensando que rechazar la religión era progreso. Los franceses aplaudieron.
Francia confiscó los bienes de la Iglesia Católica y obligó a los religiosos a jurar lealtad a la República. Los franceses aplaudieron.
Francia atacó la ciudad de Roma dos veces y secuestraron a los Papas del Vaticano. Los franceses aplaudieron.
Francia renegó de sus raíces cristianas y dijo que era una sociedad pluricultural y abrió las puertas a los musulmanes. Los franceses aplaudieron.
Francia rechazó sus raíces cristiana y aprobó cuanta ley anticristiana existe como el aborto, los matrimonios homosexuales y la eutanasia. Los franceses aplaudieron.
Francia prohibió la educación religiosa en las escuelas públicas y los signos religiosos. Los franceses aplaudieron.
La Prensa francesa insulta los sentimientos de las personas, que es lo más íntimo y sagrado y que debe respetarse. Los franceses aplaudieron.
Francia pidió a gritos que la religión fuera insultada, que fuera degradada, que fuera revolcada, ya sea el cristianismo o el Islam. Los franceses aplaudieron.
Francia se siente orgullosa de ser una nación en donde han logrado expulsar a Dios Todopoderoso de su sociedad, con el aplauso de los franceses.
Ayer, hubo un ataque terrorista por parte de musulmanes extremistas a la sede de la revista Charlie Hebdo, una de las revistas antirreligiosa más extremistas.
Extremistas atacaron a extremistas. Los franceses dejaron de aplaudir y están llorando.
Ese ataque terrorista fue inhumano, cruel y condenable bajo cualquier punto de vista. Las vidas humanas son irremplazables y es una gran pérdida.
Ayer los franceses dejaron de aplaudir y sufrieron en carne propia los resultados obvios de lo que sembraron en el pasado.
Les pido de todo corazón que elevemos una oración por las víctimas del atentado terrorista, para que el Señor Jesús les haya recibido en la Patria Celestial.
Oremos por Francia, para que se den cuenta que haber expulsado a Dios y los valores cristianos de su sociedad y promover la antirreligión fueron errores graves.
Oremos por todos nosotros, para que en nuestros países no cometamos los errores que cometió Francia en el pasado.
Francia atacó la ciudad de Roma dos veces y secuestraron a los Papas del Vaticano. Los franceses aplaudieron.
Francia renegó de sus raíces cristianas y dijo que era una sociedad pluricultural y abrió las puertas a los musulmanes. Los franceses aplaudieron.
Francia rechazó sus raíces cristiana y aprobó cuanta ley anticristiana existe como el aborto, los matrimonios homosexuales y la eutanasia. Los franceses aplaudieron.
Francia prohibió la educación religiosa en las escuelas públicas y los signos religiosos. Los franceses aplaudieron.
La Prensa francesa insulta los sentimientos de las personas, que es lo más íntimo y sagrado y que debe respetarse. Los franceses aplaudieron.
Francia pidió a gritos que la religión fuera insultada, que fuera degradada, que fuera revolcada, ya sea el cristianismo o el Islam. Los franceses aplaudieron.
Francia se siente orgullosa de ser una nación en donde han logrado expulsar a Dios Todopoderoso de su sociedad, con el aplauso de los franceses.
Ayer, hubo un ataque terrorista por parte de musulmanes extremistas a la sede de la revista Charlie Hebdo, una de las revistas antirreligiosa más extremistas.
Extremistas atacaron a extremistas. Los franceses dejaron de aplaudir y están llorando.
Ese ataque terrorista fue inhumano, cruel y condenable bajo cualquier punto de vista. Las vidas humanas son irremplazables y es una gran pérdida.
Ayer los franceses dejaron de aplaudir y sufrieron en carne propia los resultados obvios de lo que sembraron en el pasado.
Les pido de todo corazón que elevemos una oración por las víctimas del atentado terrorista, para que el Señor Jesús les haya recibido en la Patria Celestial.
Oremos por Francia, para que se den cuenta que haber expulsado a Dios y los valores cristianos de su sociedad y promover la antirreligión fueron errores graves.
Oremos por todos nosotros, para que en nuestros países no cometamos los errores que cometió Francia en el pasado.
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